Poeta de largos silencios

FERROL CIUDAD

PATRICIA REY

Eduardo Santalla (Ferrol, 1940-2016)

06 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El fallecimiento de Eduardo Santalla, excelente poeta y -como tantos otros poetas grandes- autor de un único libro, es una gran pérdida para la literatura, pero lo es más aún para el Ferrol al que su nombre y su legado quedarán unidos para siempre. Conversador brillantísimo, era uno de los pilares sobre los que se sustentaban las legendarias tertulias de la librería Quijote, regentada por su hermano José Luis, un verdadero refugio para las buenas letras y para quienes de verdad aman los libros.

Tenía ya 63 años cuando publicó Reflejo de sombras, poemario que vio la luz de la mano de la editorial compostelana Follas Novas, dirigida por Luis Alonso Girgado. El propio Girgado comentaba ayer, visiblemente afectado por la muerte del poeta -que también fue su amigo-, que Santalla debería haber escrito más de lo que escribió. Y destacaba el carácter intimista, decididamente evocativo, de sus versos. De unos versos que caminaban insobornablemente hacia lo esencial a través de una originalidad poco frecuente, como ya hizo constar en su día Miguel Carlos Vidal en el libro Poesía viva. Santalla, cuyos restos recibieron sepultura el miércoles en Serantes, no hablaba nunca de sí mismo. Prefería guardar sus palabras para los amigos, a los que reivindicaba siempre. Amigos como Mario Couceiro, del que a mí me parece que se acordaba todos los días, y con el que ahora estará hablando de nuevo, probablemente de las cosas de Ferrol, al otro lado de la niebla: en algún lugar de lo que nosotros llamamos muerte, aunque no sea eso.