En Ferrol es la hora de dar la cara

Andrés Vellón Graña
Andrés Vellón LA GÁRGOLA

FERROL CIUDAD

03 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Con la prudencia que ha de aplicarse a estas cuestiones hasta que cuajen, todo apunta que viene, al fin, un respiro para Ferrol. Los dos buques logísticos para Australia en los astilleros locales, la licitación de las obras del tren al puerto exterior, la posibilidad de que la terminal de contenedores de Caneliñas comience a operar más pronto que tarde, la línea de negocio abierta en Fene con la eólica marina, el parón regenerativo para el marisqueo en el banco de As Pías... Es muy posible que dentro de un año, por estas fechas, se haya materializado un balón de oxígeno para una ciudad que necesita respirar, sacar pecho y vendar su sangría poblacional. La pregunta es: ¿Se aprovecharán las oportunidades para ponerse las pilas o volveremos a la siesta? ¿Los agentes económicos, sociales y políticos colaborarán para relanzar Ferrol o se inclinarán por las zancadillas? ¿Se continuará con la mirada fija en el ombligo o se levantará la vista para, de una vez, diversificar el tejido productivo? El tiempo dirá. Y situará a cada quien en su lugar. Pero aquí, de entrada, continúa sin haber suelo industrial. Si una empresa quisiera asentarse en Ferrol, no tiene sitio. No, al menos, tanto como el que disfrutan corzos y jabalíes en la vieja estación radio de Mandiá, que estaba en el punto de mira para poner remedio a esa carencia. ¿Lo sabrán en el Concello? ¿Es esa ruina un vergel hasta ahora desconocido que hay que proteger? Se ha escrito en otras ocasiones, pero es bueno recordarlo. Menos pico. Y más pala. Ferrol tiene lastres. Claro. Pero también potencialidades. Muchas. Lo que hay que saber es quién quiere cimentar el futuro con responsabilidad y quién quiere, simplemente, un ruin juego de tronos. Aunque, en realidad, es fácil intuirlo. Las máscaras ya han caído. Es hora de dar la cara. Que paciencia ya queda poquita. Y si los que ¿mandan? albergan dudas, que se lo pregunten a los que no tienen trabajo o a los que hacen malabares para llegar a fin de mes. Ahora que tan de moda está hacer consultas públicas para todo. A ver qué les dicen.