«No se puede banalizar la cirugía estética al nivel de la peluquería»

R.D. SEOANE A CORUÑA

FERROL CIUDAD

EDUARDO PEREZ

La ferrolana alerta del peligro que supone el intrusismo y la publicidad engañosa para la seguridad del enfermo

04 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Eugenia López Suso (Ferrol, 1959) es médico del servicio de cirugía plástica del Chuac desde hace casi tres décadas y en la actualidad preside la sociedad gallega que agrupa a los cirujanos «plásticos, reparadores y estéticos, que es la única especialidad reconocida y homologada para llevar a cabo intervenciones quirúrgicas en este terreno», subraya. En Galicia solo hay 50.

-Por lo que se ve, el intrusismo sigue siendo un problema.

-Y tanto. La sociedad internacional de cirujanos plásticos acaba de dirigir una carta abierta a los gobiernos de 101 países para que controle el peligro que supone la actividad de personas que no cuentan con los conocimientos y recursos para practicar operaciones estéticas.

-¿Es tanto y tan grave?

-En España somos 1.300 cirujanos plásticos con el título oficial y homologado de la especialidad, y más de 9.000 médicos ejerciendo actividades de cirugía estética sin la titulación oficial. Se amparan en nombres como cirujano cosmético, cirujano capilar... se prestan a engaño.

-Perdón, habla de 9.000 ¿médicos?

-Sí, muchos médicos generales. Lógicamente hay especialidades que nos entrecruzamos. Un otorrino que haga una rinoplastia, está en su terreno, o un maxilofacial haciendo un lifting. Tienen conocimientos quirúrgicos. Pero a nadie se le ocurre que un otorrino haga una reducción mamaria, por ejemplo. Hay médicos generales que con cursillos, muchas veces on line, másteres o talleres se piensan que tienen la formación adecuada y se ponen a realizar intervenciones. Pero eso no da garantías. La lucha contra el intrusismo es un tema de protección del paciente, de seguridad.

-¿En Galicia es tan sangrante?

-No tanto como en Barcelona, Madrid o Valencia. Somos menos, nos conocemos todos y el gallego es desconfiado. Pero existe el problema. Hay médicos que se presentan como cirujanos estéticos, que no existe tal titulación, y hay publicidad engañosa. Nosotros estudiamos seis años de carrera, aprobamos el examen MIR y hacemos cinco años de especialidad en un hospital importante, porque solo los grandes tienen servicio de cirugía plástica, reparadora y estética. Solo así se adquieren conocimientos para hacer frente a complicaciones que, incluso con todos los recursos, pueden ser catastróficas. Nosotros también las tenemos, pero si estás en un hospital, tienes los medios profesionales y materiales para hacerle frente. No se puede banalizar la cirugía estética al nivel de la peluquería.

-¿Cuál es el tratamiento estrella del intrusismo?

-La liposucción. Es una técnica quirúrgica que se ha intentado banalizar y como prácticamente no se hacen incisiones en la piel, se hace creer al paciente que no hay riesgo y se practican en clínicas sin recursos para atender una complicación. El paciente no se da cuenta de la gravedad y complejidad que puede llegar a tener y después nos llegan a nosotros las secuelas.

-¿Qué complicaciones?

-La más grave, el embolismo pulmonar, pero hay otras muchas. Tuvimos una paciente aquí ingresada cuatro meses en la unidad de quemados por una infección muy grave tras una liposucción. Son operaciones que no deben realizarse en un centro que no tenga una uci. Las prótesis mamarias son otro ejemplo. Se venden como intervenciones menores y, por abaratar costes, se realizan con materiales no homologados o sin contar con las garantías adecuadas.

-Entonces, ¿el paciente, de primeras, debe desconfiar?

-Cuando llegue a la consulta, que exija ver el título de especialista, que llame a la sociedad o al colegio médico para comprobar que es cirujano plástico. Cualquier operación debe hacerse en un hospital o una clínica autorizada por Sanidad. Y siempre que sea anestesia general en un hospital con unidad de reanimación. Y que no se fíe de las ofertas, de un comercial que te ve en una consulta gratuita o del médico que llega con su maletín de Madrid y desaparece de noche. No conozco a ningún cirujano plástico que ande viajando por ahí y operando en cualquier sitio.

eugenia lópez suso presidenta de la sociedad gallega de cirugía plástica

«En países como Bélgica, Austria o Francia el intrusismo puede llevarte a la cárcel»

Para López Suso, la legislación española, las administraciones y las instituciones han de dar un paso más para poner coto a prácticas que «pueden costar vidas».

-¿Qué es lo que quieren?

-Que el Ministerio controle de forma seria estas actividades engañosas, que los colegios médicos también vigilen, porque es un tema de seguridad del paciente. Y las clínicas privadas también han de controlar qué cirujanos operan en sus centros. En A Coruña, en los tres hospitales privados hay que presentar el título para ejercer, pero no es así siempre en clínicas pequeñas. Un médico que no es cirujano no puede entrar en el área quirúrgica. Ha habido denuncias muy importantes y hay una sentencia del Supremo del 2005 que deja claro que la única especialidad que puede realizar operaciones de cirugía estética es la nuestra. Hay países, como Bélgica, Austria o Francia, donde el intrusismo es un delito penal, puede suponer cárcel, pero en España una denuncia por intrusismo se salda con una multa.

-¿Qué medidas está tomando la sociedad gallega que preside?

-A raíz de casos recientes, hemos mandado una carta al Colegio de Médicos y a la Consellería de Sanidade, con la que tendremos pronto una reunión para que extreme el control y para reclamar, además, que mejore el acceso de la población a nuestros servicios en el ámbito público. No es de recibo que un centro como el hospital de Ourense no cuente con un cirujano plástico. Estamos hablando de 350.000 habitantes, algunos a 200 kilómetros de Vigo cuando necesitan un plástico. Cualquier hospital que realice cirugías como la del cáncer de mama ha de tener un plástico para la reconstrucción. Nosotros hacemos más que la estética: cirugía de mano, de nervios periféricos, quemados, tumores, reimplante de miembros amputados...