Pilar Souto: La patrona de los que viven en la calle

FERROL CIUDAD

Pilar Soto García, en una de las habitaciones de la pensión La Parra, que regenta.
Pilar Soto García, en una de las habitaciones de la pensión La Parra, que regenta. Ángel manso< / span>

Con 44 años de historia, el céntrico hospedaje tuvo y tiene clientes de muy diferente tipo

31 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Es la patrona de la pensión La Parra, situada en la calle del Carmen de Ferrol, por la que pasaron y pasan clientes de lo más variopinto. Pilar Soto García, de 73 años, fue patrona de muchos obreros de Bazán y también de marineros de reemplazo, cuando la mili era obligatoria. Ahora la tipología de los huéspedes ha variado y su fuerte son personas sin techo, con pensiones de 446 euros, que piden ayuda por las calles, y personas tuteladas por la Xunta, aunque también es punto de referencia para peregrinos que recorren el Camiño Inglés.

En esta pensión varios clientes llevan años conviviendo. Algunos son conflictivos, pero Pilar les planta cara. «Cando teño problemas vótoos polas escaleiras abaixo e a min non se me reviran», asegura, añadiendo que, no obstante, en alguna ocasión tuvo que intervenir la Policía. Recuerda el caso de uno que comenzó a lanzar a la calle desde la ventana de su habitación plantas, sillas y otros enseres. «Cando chegou traía unha maleta de roupa moi curiosa, pero tomou droga e púxose como loco», comenta Pilar, que también trae a la memoria a otro cliente que se subió al tejado del edificio, que tiene cuatro plantas, y se cayó en el de la casa de al lado. «E non morreu, solo esta coxo», apostilló la mujer.

La pensión La Parra también tuvo como cliente a un sobrino de Millán-Astray, el militar que fundó la Legión, que estuvo hospedado cerca de dos años. El hombre se había casado con una peluquera de Ferrol y cuando se separaron se trasladó a una habitación de la hospedería de Pilar. «

Viña retirado do Canal de Isabel II e tiña moi boa pensión, cobraba 1.800 euros», señala la patrona.

En la época en la que Coté tenía abierta su clínica de la calle Real, muchos de los pacientes que acudían desde lejos también se hospedaban en La Parra. Pilar lo recordaba en un reportaje de investigación que La Sexta emitió recientemente sobre el falso médico ferrolano, que incluía una pequeña entrevista con ella. Como consecuencia de esa emisión, la mesonera recibió hace dos días la llamada de tres personas de Sevilla que la habían visto en la tele y querían hacer una reserva para el 3 de junio, porque tienen previsto iniciar en esas fechas el recorrido del Camiño Inglés de peregrinación a Compostela.

Otro caso curioso es el de un huésped que estuvo seis años en la pensión, después se trasladó a A Coruña y regresó a Ferrol cuando le murió la esposa. «Hasta me fixo testamento, deixándome un lugar en Lugo y os 42.000 euros que tiña no banco», señala Pilar, que no llegó a recibir la herencia porque el hombre aún vive y actualmente está en una residencia de la tercera edad de Viveiro. Según relata la dueña de La Parra, este cliente sufrió una caída en la calle y estuvo ingresado en el hospital Juan Canalejo de A Coruña. «Eu ía velo tódolos días e despois dun tempo trasladárono para o hospital de Ferrol», recuerda, añadiendo: «Un día as enfermeiras dixéronme que esa noite ía morrer, polo que vin á casa a buscar os papeis da funeraria, pero esa mesma noite resucitou milagrosamente». Pilar desconoce si sigue figurando como heredera, porque, tras salir del hospital, lo llevaron para la residencia de Viveiro, a donde va a visitarlo con frecuencia, «pero non creo que non se fixesen xa cargo dos seus bens».

Y después está Pachara, que vivió en La Parra 20 años. Precisamente fue Pilar la que se movió para que lo ingresaran en el hospital cuando su salud empeoró. No lo tuvo fácil, porque primero lo atendía ella pero cuando ya no pudo hacerlo tuvo que llamar a las puertas de diferentes servicios sociales para que le buscaran una salida a Pachara, que finalmente murió en una residencia de Lugo.

Uno de los huéspedes la nombró heredera hace años, pero aún sigue vivo