Antonio Pintos, almirante comandante del Grupo de Acción Naval 1, subraya la labor que la «Álvaro de Bazán» y el «Cantabria» harán en aguas del Báltico con la OTAN
20 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.El contralmirante Antonio Pintos Pintos (Madrid, 1957) es el comandante del Grupo de Acción Naval 1 (Comgrup-1), y gestiona desde la base militar de A Graña la preparación de buques de gran porte con base en Ferrol y Rota.
-¿Cómo valora el trabajo realizado hasta ahora por la F-101 y el «Cantabria» en la SNMG-1?
-La integración de nuestros buques en cualquier agrupación multinacional siempre es beneficiosa, ya que permite intercambiar experiencias con otras marinas de nuestro entorno y mantener a nuestras unidades en el máximo grado de aislamiento.
-Este año el mando lo ostenta España.
-Sí, después de relevar a Portugal el pasado diciembre en Cartagena. El almirante español, con su Estado Mayor, permanecerá embarcado en una fragata F-100 a lo largo de todo el período de mando. Hasta el próximo mes de mayo estará a bordo de la Álvaro de Bazán, que será relevada por la Méndez Núñez y posteriormente por la Almirante Juan de Borbón. El Cantabria tiene previsto regresar a Ferrol a principios de abril, mientras que la Álvaro de Bazán lo hará en mayo.
-¿Cuáles son los principales retos de este mando español en este ejercicio?
-El reto de cualquier mando es conseguir el máximo grado de operatividad del conjunto de unidades que tiene asignadas. En este sentido, el reto es hacer que la integración de los distintos buques dentro de la agrupación sea máxima para sacar el mayor partido y lograr los objetivos encomendados. Hay que tener en cuenta que es una agrupación multifuncional compuesta por unidades de diferentes países y que, aunque los procedimientos y tácticas son comunes, el mérito consiste en conseguir que todo el grupo funcione sincronizado hasta en el más mínimo detalle. Por otro lado, los lógicos relevos de unidades que se integran en la fuerza, hacen que la labor sea constante a lo largo de todo el despliegue. Hay que significar que la Armada tiene gran experiencia en el mando de este tipo de agrupaciones, por lo que es una tarea a la que nuestros marinos están acostumbrados.
-¿Cuáles son las zonas de operaciones que se irán cubriendo?
-Principalmente el Atlántico Norte, que es la zona inicialmente asignada a esta agrupación, aunque siempre se le puede asignar otra distinta. Desde el mes de enero que recalaron en Londres, han realizado diversos ejercicios en aguas de Holanda y más tarde en las de Noruega, donde participaron en el ejercicio Cold Response. Ahora se trasladan al Báltico para realizar ejercicios con otras marinas hasta primeros de abril, en que volverán a aguas de Escocia para realizar los ejercicios Joint Warrior.
-¿A qué nivel de operatividad están a día de hoy las F-100?
-La operatividad de las F-100 está asegurada y al más alto nivel en comparación con las principales marinas aliadas. Son barcos muy fiables y que aportan unas capacidades tremendamente valiosas a este tipo de agrupaciones. Además, el sistema de mantenimiento actual de la Armada consigue mantenerlas a un grado muy alto de operatividad gracias al plan de inmovilizaciones programado, donde el Arsenal de Ferrol tiene un papel fundamental a la hora de acometer las reparaciones y las actualizaciones-modernizaciones de los distintos equipos y sistemas.
-¿Qué permitirá comprobar el ensayo de lanzamiento de misiles de este verano para la «Cristóbal Colón»?
-El lanzamiento de misiles en aguas de Norfolk será la culminación de la puesta a punto de la fragata y también el chequeo exhaustivo de su sistema de combate en condiciones muy próximas a las que se encontraría el buque con enfrentamientos contra blancos reales. La F-105 ha supuesto una mejora significativa con respecto a las primeras fragatas F-100, se han actualizado diversos sistemas y se ha tenido en cuenta la experiencia de sus cuatro predecesoras. La industria nacional tiene una alta participación en la integración del sistema de combate de este buque, por lo que el lanzamiento pondrá de manifiesto la validez y la fiabilidad de un trabajo bien hecho.