El patrullero «Atalaya» ya navega hacia la costa occidental de África

Ramón Loureiro Calvo
RAMÓN Loureiro FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

La misión del «Atalaya» tendrá una duración de tres meses.
La misión del «Atalaya» tendrá una duración de tres meses. A. manso< / span>

Reforzará la seguridad marítima en la zona durante una misión de tres meses

22 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El patrullero de la Armada Atalaya zarpó a media mañana de ayer de los muelles del Arsenal de Ferrol con destino a la costa occidental africana y el Golfo de Guinea. Allí llevará a cabo, durante tres meses, una misión destinada a reforzar la seguridad marítima en la zona. El barco, señalaba ayer la propia Armada, tomará parte en «diversas actividades de cooperación en el continente africano, dentro del Plan de Diplomacia de la Defensa».

La Marina subraya que «estas actividades van en consonancia con las operaciones de seguridad marítima y seguridad cooperativa desarrolladas por el Ministerio de Defensa, el Jemad y la Armada en África Occidental y Golfo de Guinea durante el segundo trimestre del 2015 a través del patrullero de altura Centinela». Durante los tres meses que durará su despliegue, el buque dependerá del Mando de Vigilancia y Seguridad Marítima.

Tres fases

La operación que llevará a cabo el Atalaya se dividirá en tres fases. Durante la primera, que «se extenderá hasta finales de marzo», colaborará en materia de seguridad con las autoridades de Mauritania y Cabo Verde.

En la segunda, el buque «permanecerá en aguas del Golfo de Guinea y llevará a cabo actividades de apoyo militar en el ámbito marítimo» conjuntamente con Camerún y Ghana. La tercera fase consistirá en una operación de apoyo a las fuerzas de Cabo Verde, Senegal y Mauritana, con «actividades de cooperación en el ámbito marítimo sobre vigilancia conjunta de los espacios marítimos» vinculados a la jurisdacción y a la soberanía de esos países.

Una mañana de emociones

Estaba fría ayer la mañana, junto al mar de Ferrol, mientras se disponía a partir el Atalaya. Poco a poco iba a ir abriéndose paso el sol, que durante unas horas hizo retroceder al frío, pero era, qué duda cabe, una mañana muy de invierno. Sin embargo, fueron muchas las personas que acudieron a los muelles del Arsenal a despedir al patrullero. Familiares y amigos, en su mayoría, de la tripulación del buque y de los infantes de Marina que también forman parte de la misión. Y fueron muchos niños con ellos. Siempre es una mañana de emociones, en Ferrol, la de la partida de un barco. El comandante del buque, el capitán de corbeta Jesús González-Cela Pardo, comentaba que reforzar la seguridad en las aguas en las que va a desarrollar su labor el Atalaya es bueno para esa región del mundo y bueno para España, también. Y subrayaba que quienes participan en la misión son conscientes de ello, además de estar plenamente capacitados para llevar a cabo su labor . Cuando el Atalaya zarpó, los demás barcos hicieron sonar sus sirenas, a modo de despedida.