«Tal vez no triunfemos, pero creemos que podemos vivir de la música»

FERROL CIUDAD

Los Kozmic Blues
Los Kozmic Blues Beatriz Antón

Rondan los veinte, pero ya conocen el éxito; su primer vídeo clip arrasa en la red

19 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Elisa es menuda, de ojos oscuros y misteriosos. «Nadie diría que de ese cuerpo tan pequeño y delgado puede salir un vozarrón como el suyo, tan potente e intenso», dice de ella Andrés, su compañero de andanzas musicales. De él, ella admira su facilidad para la guitarra y, sobre todo, su tesón para componer. «No hay duda: tiene un don especial para escribir música», dice rotunda.

Elisa y Andrés, los dos ferrolanos, forman Kozmic Blues, una banda que vio la luz hace solo dos años y que, en tan corta andadura, ya ha conseguido apuntarse un buen puñado de victorias. El año pasado ganaron el concurso Lidera Ferrol en el apartado musical, cuentan ya con un trabajo en el mercado discográfico (Premonition) y, por si eso fuera poco, su primer vídeo clip Now I can feel -rodado por el realizador ferrolano Pablo Portero en diferentes puntos de la costa ártabra-, está arrasando en la red. «Lo estrenamos hace apenas una semana en Youtube y, en estos pocos días, ya ha conseguido cerca de 1.500 reproducciones y 69 me gusta... La verdad es que estamos encantados y sorprendidos al mismo tiempo, porque no creíamos que fuera a tener tan buena aceptación», comenta entusiasmada Elisa.

Atrás quedan dos años de duro trabajo y muchas actuaciones por bares, pubs y a pie de adoquín, sobre todo en la calle Real, donde muchos los han podido escuchar por primera vez. «En la calle tocamos para desahogarnos, pero nuestro sueño sería poder actuar en teatros, porque a nosotros nos gustan los conciertos intensos, llenos de teatralidad», comenta Andrés. Y es que la música de Kozmic Blues se alimenta de muchas fuentes de inspiración. Del teatro, sí, pero también de las melodías de Nick Drake, Tim Buckley, The Doors o Janis Joplin. Del folk y del blues de los años 60 y 70. Y de los versos ensoñadores y visionarios de William Blake o Rimbaud.

A dos manos

«Las canciones las componemos entre los dos o de forma individual, pero los temas que nos gustan son los mismos: el existencialismo, la muerte, el caos y, sobre todo, el amor, pero no en su sentido romántico, sino el amor entendido como un sentimiento muy poderoso e intenso, que puede llevarte a cosas muy buenas, pero también a otras sensaciones que no son tan buenas», apunta Andrés.

Aunque todavía son muy jóvenes (Elisa tiene 21 años, solo uno más que Andrés), los dos ya tienen muy claro su futuro. Tras acabar sus estudios en Santiago -donde ella cursa Filología Inglesa y él amplía su formación como guitarrista-, ambos quieren recorrer mundo y empaparse de nuevas experiencias musicales. Pero siempre desde el escenario, cantando. «Tal vez no logremos triunfar, pero estamos convencidos de que es posible vivir de la música: Apostamos por este proyecto al 100 %», dice Andrés convencido. Y Elisa asegura que nunca abandonarán ese sueño, porque la música, más que una afición, se ha convertido en su forma de vida: «Nos gusta creer en las utopías».