«Con más trenes nos quedaríamos a vivir en Ferrol»

Bea Abelairas
B. Abelairas FERROL

FERROL CIUDAD

B. A

La Voz se sube al último cercanías de la tarde entre Ferrol y Coruña, trayecto que solo completan cuatro usuarios

12 feb 2016 . Actualizado a las 11:24 h.

El último cercanías entre Ferrol y A Coruña sale a las 19.15, a las 20.40 se puede viajar entre ambas ciudades en el tren hotel de Madrid, pero el billete ya cuesta 15,20 euros. Así que la única opción real para los usuarios es la de las siete de la tarde: «Teníamos la esperanza de que mantuviesen esos trenes de prueba que tuvieron la primera semana de mes, pero finalmente no lo han hecho y eso reducirá aún más los pasajeros», reconoce uno de los empleados de Renfe de una estación que cada vez se ve más desierta. En el último enlace del miércoles se subieron una veintena de personas de las que solo cuatro tenían como destino la ciudad herculina.

«No es por lo que tarda (una hora y 27 minutos), ni por el coste (6,10 euros que ser reduce hasta 4 para muchos colectivos), es que simplemente no dan opciones para usarlo como transporte diario», se lamenta una de las personas que se sube con una maleta. En el mostrador en el que se despachan los billetes admiten que la mayoría de los que echan mano de este medio de transporte se quedan al principio del trayecto, cuando el convoy aún es razonable como medio de transporte. A Pontedeume llega en 21 minutos (a las 19.36 horas), pero a Betanzos ya tarda 49 minutos.

A partir de ahí comienzan a escucharse suspiros en unos vagones semivacíos en los que la mayoría son estudiantes con grandes maletas. «En otros países lo normal sería llegar en poco más de un cuarto de hora y tener varias opciones entre ciudades que están tan cerca», se lamenta una de las usuarias.

Christian Varela y Enrique Ares son dos de los pasajeros más jóvenes y fieles a esta línea. La prefieren al bus por el precio y porque les deja en el parada de O Burgo, cercana a la residencia de estudiantes en la que están. «Con más trenes nos quedaríamos a vivir en Ferrol, porque la verdad es que echamos de menos estar en casa», confiesan estos dos alumnos de la Universidad Laboral, donde cursan el ciclo de patrón de litoral.

«Este por lo menos tarda solo una hora, porque el que tenemos que coger cuando venimos a casa los viernes tarda dos horas», explica Enrique, que se lamenta de que aún no ha podido tramitar el carné que permite acceder a descuentos. Mientras, usa un bono de viajes que también le supone un buen ahorro.

Casi todos los compañeros y amigos de su edad van por carretera, pero ellos no tienen una buena combinación entre Ferrol y Culleredo, donde estudian y viven: «Los buses no paran en O Burgo y nos obliga a regresar desde A Coruña, tampoco ellos piensan en los estudiantes de la Laboral», apunta Christian. Los dos aprovechan el trayecto para revisar fotos en el móvil y algunas veces hasta para estudiar. Cuando se bajan en la estación, los vagones están casi vacíos: todos se habían ido quedando en las estaciones anteriores. «Ya nos gustaría tener un tren de cercanías, pero ni siquiera este se puede llamar así, una vez me quedé sin bus y cogí el tren hotel que cuesta 15 euros y hasta lo pasé mal, porque no sabía dónde ponerme ni si tenía que bajarme, tuvo que estar conmigo el revisor», se queja otra pasajera que pasó el trayecto ensimismada en la música de su móvil. Precisamente ayer Renfe presentó una campaña con canciones y que animará a los usuarios a contar sus experiencias a bordo de vagones de la compañía.

No hay ni rastro de promociones así en la estación de Ferrol, donde, sin embargo, hay nueva cafetería (bautizada casi como un local de moda en Madrid, el Tenconten). «Si pudiesen, cerraban esta línea, eso está claro», sentencia una de las cuatro viajeras tras llegar al andén coruñés a las 20.30 horas, eso sí, a la hora prevista.