La historiadora del arte Pilar Freire inaugura esta tarde un ciclo de conferencias para aprender a ver películas
27 ene 2016 . Actualizado a las 11:07 h.Hoy. Biblioteca central. De 18.00 a 20.00 horas. Entrada libre y gratuita.
«Cuanto más se conoce, más se ama». Pilar Freire (Ferrol, 1973) no podría estar más de acuerdo con esta célebre frase de Leonardo da Vinci: «Es cierto que cualquiera que vea una película puede disfrutar de ella, pero está claro que, cuanto más sepas de su director y de su estilo, más jugo le vas a sacar a esa misma película, porque vas a ser capaz de ver muchas más cosas». Licenciada en Historia del Arte y cinéfila empedernida, Freire coordina el nuevo ciclo de conferencias Aprender a ver cine, que esta tarde inaugura en la biblioteca con una conferencia sobre la relación entre el celuloide y otras disciplinas artísticas.
-¿Cuál es el objetivo de este nuevo ciclo de conferencias?
-El programa va a constar de un total de seis sesiones y, a través de ellas, lo que vamos a intentar es que los asistentes se aproximen al mundo del cine, pero desde dentro. Explicaremos cómo se articula el lenguaje cinematográfico a través de los planos y el montaje, también se analizarán los diferentes géneros que existen en el cine y abordaremos los trucos narrativos de algunos directores, entre otras cosas.
-La charla de hoy, con la que se inaugura el ciclo, se centra en la relación entre el cine y otras artes...
-Así es. En esta primera ponencia vamos a analizar la influencia de la danza, la pintura, la fotografía o la música en el cine. Y, para ello, vamos a poner imágenes y trocitos de películas para profundizar en el tema con casos concretos en los que resulta muy evidente esa influencia.
-¿Por ejemplo?
-Un caso muy claro lo podemos encontrar en el cine de Almodóvar, que es un director que está muy influenciado por la pintura. Se puede ver, por ejemplo, en Los abrazos rotos: la escena de la película en la que Penélope Cruz se besa con su marido bajo las sábanas está claramente inspirada en el cuadro Los Amantes, de Magritte. Y la de Gael García Bernal saltando a la piscina en La Mala Educación remite a las pinturas de David Hockney. Otro caso de esa relación entre cine y pintura también la podemos encontrar en el cine de Alfred Hitchcok. La casa de Psicosis, por ejemplo, es una reconstrucción casi exacta del cuadro Casa junto a la vía del tren, de Edward Hopper.
-Si no se conoce la obra de esos pintores es difícil ver esos detalles. Entonces, ¿no todo el mundo está preparado para disfrutar del cine?
-A veces nos da miedo ver cierto cine porque pensamos que no lo vamos a entender o nos va a aburrir, pero no es así. Con unas pocas claves, cualquier persona puede disfrutar de cualquier tipo de cine. Yo soy una defensora a ultranza de la democratización del arte. Y creo que el cine, como cualquier otra expresión artística, no puede ser algo elitista. Hay que luchar para que llegue a todo el mundo.