La comida como fuente de salud y generadora de empleo

FERROL CIUDAD

Momento de la preparación de las cajas con los productos alimentarios para las familias.
Momento de la preparación de las cajas con los productos alimentarios para las familias. José Pardo< / span>

Veinte familias hacen la compra conjunta a productores de la zona evitando los intermediarios

24 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Fonte da Uz es un grupo de consumo integrado por veinte familias de Ferrol que realizan la compra de alimentos de forma conjunta a los productores locales. Su proyecto, similar a los que existen en otras ciudades, echó a andar hace unos meses, con el doble objeto de garantizarse una alimentación sana y equilibrada y, a la par, favorecer el empleo agrario, principalmente de los jóvenes.

Los integrantes de este grupo de familias, que está abierto a nuevas incorporaciones, consumen productos ecológicos, porque dicen ser conscientes de que su posicionamiento ante la cesta de la compra deja huella en la salud y en el medio ambiente. De ahí que adquieran directamente a los productores, a los que conocen, visitan y saben de su criterio a la hora de producir. «Temos interese en que o sector primario sinta que é un traballo digno, remunerado correctamente por producir o noso sustento», dicen, añadiendo que dan preferencia a quienes hacen del campo su medio de vida, además de valorar que se utilicen simientes tradicionales.

En el caso de los productos de huerta, las compras son semanales, según explica Marisé Díaz Morado, una de las integrantes del grupo, y están centralizadas en un bajo situado en el número 55 de la calle Fontaíña que les fue cedido en precario. Los productores les comunican el material que tienen, en función de la temporada, y las familias realizan sus pedidos, que se recogen los miércoles por la tarde.

La gestión con cada proveedor la realiza un miembro del grupo y va rotando. Es la persona que se encarga de recoger los pedidos y de trasladarlos a la producción.

Por lo que respecta a la carne -hay poca gente en el grupo que la consuma, porque algunos son veganos y otros vegetarianos-, la adquieren directamente en una carnería de As Fragas do Eume que la envasa al vacío y la envía a cualquier punto. Para el pescado también van directamente a los que trabajan en la pesca sostenible, al igual que con las conservas, mientras que otros productos que no hay en la zona, como es el caso del aceite de oliva, el detergente, el café y la harina, contactan con cooperativas de productores y las compras se suelen hacer de forma mensual.

A pesar de que los alimentos ecológicos son más caros, estas familias aseguran que incluso consiguen ahorrar. «Mercamos directamente, facemos compras conxuntas, evitamos transportes e ocupámonos da xestión, e todo iso son aforros», dicen, con la ventaja de que este modelo les permite planificar los menús equilibrados de toda una semana, «sin gastar en sustancias inconvenientes para a nosa saúde». A este respecto, Marisé Díaz apostilla que la mayoría de las cosas que se meten al carro en un supermercado no son necesarias y perjudican la salud.

Los integrantes de Fonte da Uz aportan cinco euros al mes por unidad familiar para los gastos de luz y agua del local, y aún les sobra para otras actividades.