Ferrol recupera su lonja rehabilitada tras una difícil obra de año y medio

FERROL CIUDAD

Vista de la remozada lonja de Ferrol
Vista de la remozada lonja de Ferrol JOSÉ PARDO

Está previsto que los mariscadores retornen en el primer trimestre a Curuxeiras

21 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Ferrol ha recuperado al fin la lonja de Curuxeiras, completamente rehabilitada tanto en el exterior como en el interior. Representantes de la Autoridad Portuaria Ferrol-San Cibrao, promotora de la iniciativa y el ente que se ocupó de financiar las tareas, tienen previsto mantener en breve una reunión con los responsables de la cofradía para comenzar a tratar las condiciones del retorno de la actividad del gremio al muelle.

En ese encuentro se determinarán todo tipo de cuestiones técnicas y de carácter económico que quedan pendientes para que el colectivo pueda estrenar rula.

Hasta el momento, los mariscadores ferrolanos operan en la nave provisional del Mercado de A Magdalena. Con el retorno a la lonja ganarán en funcionalidad, ya que además de su mejora estética los trabajos han permitido incorporar también nuevos medios y dependencias.

El organismo que preside José Manuel Vilariño contrató las tareas a la unión temporal de empresas (ute) integrada por Xestión Ambiental de Contratas y Construcciones López Cao. El presupuesto inicial del proyecto rozaba el millón de euros, aunque finalmente quedó en algo más de 788.000 euros.

Las obras preliminares arrancaron a finales de julio del 2014 y ahora, como ya se ha mencionado, han quedado concluidas.

El riesgo de la demolición

Los plazos, no obstante, se prolongaron mucho más de lo previsto, dado que al comenzar a trabajar en el interior del inmueble se detectó que su estado de deterioro era mucho mayor del que se había visto hasta ese momento. Llegó a plantearse la posibilidad de derrumbar el edificio y crear uno nuevo, no obstante, su valor patrimonial pudo más y, finalmente, se siguió adelante con un completo trabajo de recuperación y modernización que, ahora, ya ha dado sus frutos.

La nueva lonja tendrá una remozada sala de subastas, centro de expedición, cámaras de frío, sala de veterinarios y almacén. También estaba programado trasladar los almacenes de nasas para ubicar allí los departamentos para usuarios.

Pero, además del gremio de los mariscadores, la ciudad de Ferrol también gana con la recuperación de la lonja, que forma parte del paisaje urbano de la zona de Curuxeiras.

Las tareas llevadas a cabo permiten renovar, sin que se pierda su esencia arquitectónica, un inmueble que fue creado originalmente como almacén de mercancías en el año 1925, habilitándose posteriormente como lonja de pescado en 1946. Su configuración actual, no obstante, se produjo en 1959, tras una primera reforma.

Fue esa historia que está detrás del edificio el elemento determinante para salvarlo del derribo, ya que para la Autoridad Portuaria se trata de la conservación de un «patrimonio histórico».