Un gremio que ha capeado el grueso del temporal y al que solo lo queda crecer

FERROL CIUDAD

07 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El gremio del marisqueo en la ría de Ferrol ha padecido en los últimos años una crisis que a punto estuvo de llevarse por delante a las cofradías. La contaminación orgánica de las aguas, a raíz de una decisión tomada en Bruselas, supuso límites severos para faenar y, por lo tanto, para vender. Mal que bien tanto los socios del pósito de la urbe naval como los de Barallobre han ido capeando el temporal hasta plantarse en este 2016, fecha fijada desde las administraciones públicas para que el saneamiento comience a surtir efecto y las aguas vayan, progresivamente, mejorando su calidad. Solo cabe, por lo tanto, crecer y mejorar. A ello se suma que el colectivo trabaja una de las rías más productivas de toda Galicia, sobre todo en lo que se refiere a almeja babosa. A poco que los escenarios vayan mejorando la facturación crecerá y, por tanto, las condiciones del sector lo harán también. Una oportunidad para crear empleo.