El año es nuevo, los deberes muy viejos

Andrés Vellón Graña
Andrés Vellón CRÓNICA CIUDADANA

FERROL CIUDAD

02 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Esa especie de limbo onírico de estas fechas en Ferrol, que arranca con los bombos de la Lotería y concluye con San Xiao, no impide que el mundo continúe en movimiento. Al contrario. Todo sigue, aunque no lo parezca. Y brota, otra vez, un año nuevo. El 2016 irrumpe hecho un retoño en el calendario. Eso sí, a poco que se vaya escarbando dentro de él, se comprobará que los deberes que trae consigo para esta zona son muy viejos. Y continúan sin hacerse.

Las charlas durante estas fechas, mire a donde se mire, siguen siendo muy similares a las de años atrás. Bien al calor de la familia, bien al de los amigos, el que más y el que menos habrá escuchado eso de: «Dicen que se está acabando la crisis... Pues no sé dónde». Y es que a Ferroliño esa crisis llegó bastante antes que a la práctica totalidad del territorio nacional. Y le va a costar más irse. Parece retozar cómoda por estos lares, sin que se haga demasiado, todo hay que decirlo, por estorbarla e invitarla a darse a la fuga.

Lo del naval sigue como sigue. Con mucho de promesa y mucho de expectativa y muy poco cuajado y encima de la mesa. Y ahí, como enredaderas, se van enmarañando prácticamente el resto de los problemas de la ciudad.

Porque, seamos serios, ni se ha sabido ni se ha querido una diversificación económica por la que la zona llama a gritos, cada vez más débiles, eso sí, dados los fracasos que se han ido sucediendo, uno detrás de otro y de los que no aparece ningún responsable. En Ferrol los barrios antiguos están muy poco poblados; en Ferrol el comercio del centro y la hostelería se las ven y se las desean porque, simplemente, se quedan sin clientes. En Ferrol no existe, a día de hoy, ni un solo metro de suelo industrial. En Ferrol cada iniciativa y cada propuesta tiene una -o varias- plataformas en su contra. En Ferrol la peatonalización todavía no se sabe si viene o va. En Ferrol el saneamiento está a punto de llegar o no sirve, según quién lo diga. En Ferrol el campus vive alejado del resto de la sociedad. En Ferrol hay mucho que resolver desde los despachos y, parece, muy poco a quien le atraiga la tarea... ¿Se borrará alguno de estos problemas de la lista en el arranque del 2017? A ver. Vai sendo moita horiña. Moita.