La Alianza Atlántica demanda cobertura «en las zonas operacionalmente más relevantes»
23 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.La OTAN ha elevado el nivel de exigencia para la fragata Álvaro de Bazán (F-101) con base en Ferrol como buque insignia de la fuerza naval de respuesta rápida de la Alianza Atlántica SNMG-1.
En la reciente ceremonia de relevo del mando de esa agrupación, que tuvo lugar en Cartagena y que supuso el trasvase de la responsabilidad de Portugal a España durante todo el 2016, se marcaron a trazo grueso unos objetivos que están totalmente vinculados a las amenazas actuales, especialmente al terrorismo del Estado Islámico.
Así se desprende de la intervención realizada por el vicealmirante francés Bruno Paulmier, comandante del mando marítimo aliado de la OTAN. Se dirigió al almirante español Delgado Roig, que con su Estado Mayor controlará la SNMG-1 a bordo de fragatas con base en Ferrol durante todo el 2016, comenzando, como ya se ha mencionado, con la F-101.
Paulmier aseguró: «Como fuerza de respuesta inmediata, los grupos navales permanentes son siempre el primer punto de llamada» en caso de requerirse para una crisis o conflicto». Y añadió que «tenemos una clara directriz» por parte de la OTAN para «mejorar nuestra disposición y garantizar que estamos situados en las zonas más operacionalmente relevantes para que podamos tranquilizar a los aliados con nuestra capacidad y ser capaces de responder si se nos llama».
Tampoco ocultó que «será un año de mucho trabajo para usted y su personal. La OTAN pone mucha responsabilidad sobre sus hombros».
Los objetivos son, por lo tanto, muy claros para los mandos de la F-101 y su dotación en una situación internacional especialmente complicada en el área del Mediterráneo.