El «Príncipe de Asturias» sale al fin a subasta para convertirse en chatarra

FERROL CIUDAD

El «Príncipe de Asturias» amarrado en Navantia
El «Príncipe de Asturias» amarrado en Navantia JOSÉ PARDO

La Armada ha publicado hoy en el «BOE» el anuncio de la licitación

16 dic 2015 . Actualizado a las 12:29 h.

El portaviones Príncipe de Asturias ha dado ya otro paso adelante dentro de su lento proceso de agonía desde que fue dado de baja del listado oficial de buques de la Armada y permanece amarrado en un muelle de Navantia bajo tutela del Arsenal.

Tal y como ha podido saber La Voz, estaba programado que en el transcurso de esta misma semana se publicase en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el anuncio a través del cual se licita la subasta para la conversión en chatarra del que fue buque insignia de la Armada española. Este anuncio se ha difundido de manera oficial esta misma mañana.

El precio de salida se ha fijado en cerca de cinco millones de euros. En concreto, en 4,8 millones. Las empresas interesadas en presentar sus ofertas tendrán dos meses para hacerlo a partir de la publicación del anuncio oficial en el BOE. De este modo, ese calendario concluirá a mediados de febrero del próximo ejercicio.

Las previsiones con las que trabaja la Marina apuntan a que a mediados del 2016 el portaviones -después de haber sido seleccionada la oferta que se considere más adecuada- pueda ser retirado de su ubicación actual para proceder a su conversión definitiva en chatarra.

Para este tipo de tareas se requiere de compañías fuertes con capacidad, por un lado, para hacer frente al precio de salida de la unidad y, por el otro, para disponer de los medios necesarios para la retirada del buque.

La baja del Príncipe de Asturias de la Armada se produjo por la combinación de dos factores fundamentales, más allá de su capacidad operativa, que todavía se podría extender más en el tiempo. Pero el alto coste de su mantenimiento aún sin navegar y el hecho de que el Juan Carlos I entrase en servicio y pueda ejercer como portaviones de la Flota, entre otras funciones, precipitaron las decisiones.

Fue el 8 de febrero del 2013, hace ya casi tres años, cuando el buque llegó a Ferrol procedente de su base de Rota y, progresivamente, se fue procediendo a su desarme y a la retirada de todos aquellos materiales que se consideraron útiles por parte de la Marina. Luego quedó con una dotación de quince marinos para las labores de custodia y, en la actualidad, esta ya se realiza por parte del personal del Arsenal. Esa vigilancia es de 24 horas al día pero requiere poco personal.

Ahora, con la licitación del concurso para su desguace, el portaviones escribirá el penúltimo renglón de su historia.