Nuevos pedidos permiten afianzar la producción de biodiésel desde Ferrol

FERROL CIUDAD

Un barco para el complejo de Masol en el puerto exterior
Un barco para el complejo de Masol en el puerto exterior JOSÉ PARDO

La planta de Masol en Caneliñas tiene contratos cerrados hasta el próximo junio

12 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Después de muchos problemas y regulaciones de empleo, la producción de biodiésel en la planta de Masol Iberia en Caneliñas se ha asentado y, además, con vocación de continuidad.

Los pedidos logrados en el mercado alemán permitieron pasar de una inactividad absoluta y el riesgo de cierre planeando sobre el complejo a, en agosto, el inicio de la elaboración del biocombustible.

En la actualidad desde la planta de Masol en Ferrol se despachan de media cada mes 10.000 toneladas de biodiésel, tras la recepción de la materia prima, su refinado y tratamiento, de modo que todas las capacidades del complejo están operativas.

El delegado de personal de la planta de Caneliñas, Modesto Vázquez, ha informado de que recientemente se convocó a los representantes de la plantilla por parte de la dirección con el objetivo de «adiantarnos que xa hai encargos para extender a producción ata xuño do próximo exercicio».

Añadió que «tamén nos dixeron que están traballando para obter aínda máis pedidos e ampliar ese horizonte de carga laboral» y que «felicitaron expresamente aos traballadores pola posta en marcha da factoría cando chegaron os primeros encargos e polo rendimento que se está obtendo, polo que estamos satisfeitos e somos moderadamente optimistas».

A este optimismo contribuye también que, en la actualidad, algo más de medio centenar de personas trabajan en la planta de Masol en Ferrol, incluyendo todo tipo de tareas, también las de mantenimiento. El grueso son de la comarca. De ellos, 31 tienen contratos indefinidos y los demás pertenecen a empresas de trabajo temporal. Ahora, señala Modesto Vázquez, «vanse facer outros sete contratos indefinidos», por lo que las perspectivas «están a mellorar notablemente, e ogallá esas cifras de emprego se amplíen todavía máis, porque esta planta é competitiva».

Competitividad

Esa competitividad y capacidad fue, precisamente, la bandera de los trabajadores cuando el complejo se encontraba inactivo, comenzaban los despidos y se aplicaban regulaciones de empleo. Protagonizaron movilizaciones y reclamaron a la Xunta que se involucrase en la resolución de los problemas de la factoría, que pertenece a Infinita Renovables pero cuya explotación fue cedida al grupo indonesio Musim Mas a través de Masol.

El representante de los trabajadores apunta al respecto que «o tempo veunos a dar a razón, somos capaces e a planta é competitiva, só reclamábamos carga laboral y agora témola, estamos a cumprir os contratos en tempo e forma, o que é moi importante, e iso ten permitido chegar ata a situación actual». El panorama se despeja, al fin, para la plantilla de Masol.