La plaza de España, siempre de moda

Andrés Vellón Graña
Andrés Vellón CRÓNICA CIUDADANA

FERROL CIUDAD

09 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La plaza de España nunca pasa de moda en Ferrol. Se suceden las corporaciones, los alcaldes, los Mundiales de fútbol y los ciclos lunares y siempre está ahí el debate o la obra. Una cosa o la otra. O ambas a la vez. Es un valor seguro para cualquier conversación de ascensor o cafetería. Y con tantas garantías de polémica como Mourinho.

La plaza de España ha ido marcando, de un modo u otro, los mandatos de Xaime Bello, Juan Juncal, Vicente Irisarri y José Manuel Rey Varela. Jorge Suárez la ha encontrado ya lista y, de momento, no tiene previsto meterse en ese jardín. En bastantes ha entrado ya en pocos meses. Pero nunca se puede apostar sobre seguro. Porque el recinto parece tener vida propia. Y puede ponerse de moda, otra vez, en cualquier momento.

Hay a quien le gusta (más bien pocos) y a quien no le gusta (la mayoría). Pero ahí está. Con mucho de desértica e inhóspita y poco de acogedora. Quizá es que no es el sitio para eso. Y con un párking mayormente muerto de risa con un uso residual. Pero, a lo hecho, pecho. La plaza de España se acabó porque, metidos en gastos, había que acabarla ya. Como fuese. Mucho agujero. Mucha pala y piqueta y mucho dinero para un resultado que sigue generando polémica y no logra contentar al ciudadano. Que, al final, es lo que ha de lograrse. ¿Se ha aprendido algo de todas las torpezas cometidas? Viendo otras obras posteriores, se necesita mejorar. Y va siendo hora.

Y va siendo hora también de que se mueva algo en Australia que repercuta en positivo para Ferrol. La construcción de ese par de buques logísticos que daría una inyección de carga laboral potente justo en un momento clave para que los astilleros remonten el vuelo. ¿Está maduro? Mucho. La compañía se encuentra ahora todavía más presente en el naval de las antípodas con la gestión de la construcción de los destructores. Se logra en vísperas del gran anuncio... A ello hay que sumarle la labor comercial, la colaboración previa, la relación con el país, el despliegue del Cantabria durante ocho meses con la Marina australiana... Lo dicho. Si no se logra ese encargo los responsables de Navantia se lo tendrían que mirar. El fracaso sería mayúsculo.

Y que no falten en estas épocas del año los colapsos en los servicios de Urgencias del Marcide. Son tan cíclicos que ya se ven venir. Y como se ven venir, no se entiende que no se tomen las medidas oportunas para evitarlos. Después de tanto recorte -hasta en materiales básicos- ahora que dice Rajoy que estamos saliendo de la crisis (?) es buen momento para ir mejorando lo público. La sanidad, por ejemplo. ¿No? Que se vean esos brotes verdes en el área de Urgencias.