Las F-110, un diseño con drones a bordo y contra la amenaza terrorista

Beatriz García Couce
Beatriz Couce FERROL

FERROL CIUDAD

CÉSAR TOIMIL

Navantia espera para finales del 2017 la orden de ejecución de las fragatas

25 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Será un buque «multimisión, enfocado al entorno litoral, no solo al oceánico, y orientado a la lucha contra la guerra asimétrica». Así definió Francisco Vilchez, director del programa de las F-110 en Navantia, a la nueva generación de fragatas de las que se dotará la Armada española, que sirvieron de base para una de las conferencias que se desarrollaron en el seno de una jornada celebrada en Exponav sobre las perspectivas futuras de la compañía pública. Entre otras características, la F-110 estará equipada para hacer frente a la amenaza terrorista, que puede presentarse en un pequeño bote o a través de otras fórmulas que «pueden hacer mucho daño y que no están organizadas en torno a una fuerza opositora de buques de gran porte».

Para ello, uno de los aspectos novedosos que incorporará la F-110 es un espacio multimisión, configurado como un segundo hangar, en el que «se podrán embarcar vehículos no tripulados tanto submarinos como de superficie como aéreos», explicó Vilchez. Al mismo tiempo, podrá portar módulos para asistir a operaciones conjuntas civiles y militares, y podrá llevar a cabo misiones de seguridad marítima.

Otro de los aspectos reseñados por el jefe del programa es su superestructura integrada y el desarrollo de los sensores, en los que jugará un papel de relieve la industria nacional, en concreto, la propia Navantia en colaboración con Indra. Diseñarán «un radar en estado sólido, formado por un conjunto de caras planas», aunque no serán los únicos avances tecnológicos que incorporarán los futuros buques.

En concreto, serán cinco unidades, para las que aún no están cerradas totalmente las características, ya que se trabaja sobre tres alternativas posibles, pero cuyo desplazamiento podría oscilar entre las 5.800 y las 5.900 toneladas.

Serán, eso sí, ligeramente más pequeñas que las actuales F-100, de entre 138 y 154 metros de eslora (largo) y entre 17,5 y 17,8 de manga (ancho).

Cuatro años ya de desarrollo

El máximo responsable del programa en Navantia recordó que la nueva fragata lleva gestándose desde el año 2011, habiéndose superado ya la definición de los requisitos por parte de la Armada. En estos momentos, la Dirección General de Armamento y Material lidera el proceso, que se fundamenta en la toma de decisiones relativas a la configuración del buque. El Consejo de Ministros ya aprobó una financiación de 174 millones de euros, que serán utilizados para completar la definición y también los programas tecnológicos asociados. «Esa fase de definición terminará a finales del 2017, en ese momento podríamos estar listos para la firma de una orden de ejecución para la construcción de las fragatas», afirmó Vilchez, quien matizó que los proyectos tecnológicos se desarrollarán hasta el 2020.

«El programa está en marcha», subrayó Francisco Vilchez.