La empresa distribuirá 8.000 cestas después de las protestas de los trabajadores
24 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Los trabajadores de Navantia en la ría volverán a recibir el cartucho de Navidad tras dos años en blanco. La dirección de la compañía pública en Ferrol confirmaba ayer al comité de empresa que este año sí se concederá, apenas unas horas después de una acción de protesta por este y otros incumplimientos del convenio. Representantes de los trabajadores impidieron ayer a las cinco y media de la mañana la entrada de los técnicos superiores al edificio de dirección. Y a lo largo de la mañana se les confirmaba que la empresa garantizaba el reparto del cartucho.
En el caso de Navantia, la cesta navideña no es un regalo de la compañía, sino un concepto que se detrae de la nómina de los trabajadores, que la empresa suprimió en aplicación, alega, del preacuerdo del cuarto convenio colectivo de Navantia. Sin embargo, una sentencia de la Audiencia Nacional lo declaró nulo. Ahora está recurrido y a la espera de sentencia, por lo que la empresa, explicaron fuentes oficiales, volvió a aplicar el tercer convenio colectivo, el actualmente en vigor. Por ello, «Navantia ha iniciado el procedimiento para contratar el suministro del obsequio de Navidad».
La representación de los trabajadores estima en unos 8.000 los cartuchos que se distribuirán tanto a las plantillas de Ferrol y Fene como a los colectivos de prejubilados, jubilados y viudas. En total, la inversión prevista asciende a más de 470.000 euros, con un coste por lote que ronda los sesenta euros. La dirección garantizó a los trabajadores que ayer mismo daría la orden para la contratación de las cestas y que, pese a lo avanzado de las fechas, llegarán a tiempo para poder celebrar las fiestas en diciembre.
El presidente del comité del astillero ferrolano, Javier Galán, mostró ayer «certa satisfacción» tras conocer esta decisión. «Supoño que a palabra non é alegría, pero é un dereito que nos tiñan conculcado. Era un dos obxectivos e imos seguir na pelexa», dijo. Porque, expuso, continúan sobre la mesa una serie de incumplimientos por parte de la empresa. Entre ellos, citó las dieciséis horas trabajadas de más -dos jornadas laborales- correspondientes al 2014, pero que la empresa «non nos quere dar». Además, demandó que se permita que los trabajador fichar en cualquier punto del centro de trabajo y acabar así con la «doble picada», que obliga a algunos empleados a tener que acudir a un reloj determinado de la factoría. Y reclamó también el cumplimiento de las licencias retribuidas que la empresa empezó a «cortar» en 2012, para el acompañamiento de niños, mayores o enfermos oncológicos, citó.