A cámara lenta

Antía Urgorri Serantes
Antía Urgorri EL ACUARIO

FERROL CIUDAD

13 nov 2015 . Actualizado a las 19:53 h.

Los teléfonos móviles no paran de incorporar novedades. La última, una aplicación que permite grabar a cámara lenta. Un salto a la piscina que dura unos eternos segundos o una llegada a la meta que permite captar detalles imperceptibles para el ojo humano a velocidad real.

En ocasiones parece que Ferrol tiene activada permanentemente esta aplicación del móvil, y que cualquier paso que haya que dar, por pequeño que sea, se convierte en una eterna llegada a la meta. En resumen, que el esfuerzo que supone en esta ciudad avanzar no es el mismo que en otras, donde el ritmo es mucho mayor.

Por eso, quizás los ferrolanos son más intransigentes cuando se da un paso atrás, porque son conscientes del duro camino que se ha recorrido y de los duros reveses a los que han tenido que hacer frente. Una actitud normal en una ciudad en la que el saneamiento de la ría ha tardado más de treinta años en materializarse, en la que la reforma de una de las plazas más emblemáticas implicó años de obras y decenas de proyectos y modificaciones, y en la que se caen más edificios de los que se rehabilitan.

En medio de todo esto, hay algo en Ferrol que siempre ha funcionado, que no ha ido a cámara lenta, sino rápida, de la que se sienten orgullosos todos los ferrolanos, creyentes o no, practicantes o no, algo que consigue que la ciudad se llene de vida, al menos durante una semana al año. Ese algo es la Semana Santa. Por algo que funciona, dejémosla estar.