Nemesio López, arquitecto

Ramón Irazu FERROL

FERROL CIUDAD

El profesional recibió sepultura ayer en el cementerio de Catabois

03 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Ayer recibía sepultura en el cementerio municipal de Catabois Nemesio López Alvargonzález, que como todo el mundo sabe dedicó su vida a la arquitectura, y del que habría que decir que, por encima de cualquier otra cosa, fue -sobre todo- un caballero. La caballerosidad, y en consecuencia la hombría de bien, fue su manera de estar en el mundo. Y su marcha hace que hoy no solo en la arquitectura, sino también en el Ferrol que fue su ciudad, haya un vacío que no se llenará fácilmente. Nemesio era hijo de arquitectos (su padre fue autor, entre otras obras, del que hoy es el Palacio Municipal ferrolano) y, además, padre de arquitectos. Amaba mucho el trabajo bien hecho. Y esto, que debiera ser lo normal siempre pero que por desgracia no lo es, conviene subrayarlo hoy, igualmente. Porque esa búsqueda de la perfección también definía su personalidad, la de un hombre siempre amable, siempre entregado a su labor y siempre empeñado en lograr que la arquitectura, más que un oficio, fuese una manera de dejar huella. Construyó miles de viviendas. Su recuerdo permanecerá entre nosotros para siempre.