«Si me metí en esto del maquillaje fue por mi hija y Hello Kitty»

b. antón FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

Alberto Romero Terrones, fotografiado ayer en El Clavel, donde volverá a estar esta noche.
Alberto Romero Terrones, fotografiado ayer en El Clavel, donde volverá a estar esta noche. ángel manso< / span>

Esta noche estará en el bar El Clavel para transformar a quien se lo pida

31 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El Día de los Difuntos ya está aquí. Llega el Halloween. O, si lo prefieren, el Samaín -que ya está bien de tanta americanización-, pero, se le llame como se le llame, lo cierto es que lo que manda ahora el calendario es disfrazarse de algún personaje terrorífico y meter miedo a diestro y siniestro. Para conseguirlo, nada mejor que un buen maquillaje, algo de lo que sabe mucho Alberto Romero Terrones (Ferrol, 1972), un mecánico naval de Canido metido a mago de la caracterización y la globoflexia por obra y gracia de su hija y de sus sobrinas. Esta tarde estará en la Casa de las Palmeras de Neda haciendo globos para los niños. Y por la noche visitará el bar El Clavel de la plaza del Cruceiro para transformar en zombi, vampiro o monstruo a todo el que se lo pida. Ni siquiera el más angelical de los rostros podrá escaparse a su destreza con el látex, las pinturas y el pincel.

-¿Siempre ha tenido vocación de maquillador?

-¡Qué va! Si me metí en esto del maquillaje fue por mi hija y Hello Kitty.

-¿Y eso?

-Pues porque todo empezó un día que mi hija Olga llegó de un cumpleaños toda acongojada porque se le había borrado el maquillaje de Hello Kitty que le habían hecho en la fiesta. Yo se lo arreglé como pude y, al día siguiente, se lo volví a hacer.

-Y vio que no se le daba mal.

-Pues sí. La verdad es que no lo hice mal, así que me puse a ver tutoriales por Youtube y empecé a utilizar la pintura líquida y los pinceles en vez de las barras. Y después también me metí a hacer cicatrices, caretas y otros efectos. Primero con cola blanca y papel de cocina y, cuando ya lo tuve dominado, con látex.

-¿Solo con tutoriales de Youtube se puede aprender la técnica?

-Bueno, con los vídeos, pero también con mucha práctica. Yo tuve la suerte de tener a mi hija y a mis sobrinas como maniquíes para ir perfeccionando la técnica. Y luego también los niños del barrio de Canido. Un día que estaba en el parque de juegos me puse a maquillar a mi hija y a mis sobrinas y, cuando me di cuenta, tenía a doce niños detrás mirándome y pidiéndome que les maquillara a ellos también. A partir de ese día, muchos fines de semana bajaba a la calle con las pinturas y los globos y fue así como cada vez me fui metiendo más en este mundo.

-Entonces también le ayudó llevarse bien con los niños, ¿no?

-Pues sí, la verdad es que sí. A mi encantan los niños. Me lo paso muy bien con ellos. A veces prefiero estar con niños que con algún mayor pasado de rosca.

-¿Qué tipo de caracterizaciones son las que más le piden?

-En estas fechas, a los niños les gusta mucho que les haga cicatrices y cosas así, pero el resto del año es diferente. A las niñas les encantan los personajes de Frozen, mientras que los niños prefieren maquillajes de superhéroes, como Spiderman o el Capitán América. Los mayores, en cambio, se dejan hacer. Les hago de todo, desde balazos en la cara hasta mordeduras en el cuello o una lata clavada en la cabeza.

Alberto Romero experto en caracterización