Raúl Rodríguez abre el ciclo «Na raíz» el viernes en el Jofre con su último disco sobre el «caribe afroandaluz»
28 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Raúl Rodríguez (Sevilla, 1974) llega el viernes al teatro Jofre con una mochila cargada de «investigaciones convertidas en canciones», un disco libro para cada tema, un instrumento nuevo y mucha pasión mestiza. No es su primera vez en Ferrol, recuerda claramente que estuvo en el mismo escenario con Kiko Veneno y está casi convencido que también acompañó a su madre, Martirio.
-Primer disco en solitario...
-Sí, aunque llevo mucho con Kiko Veneno, nada menos que 20 años, con mi madre y con Santiago Auserón, entre otros muchos artistas y proyectos propios.
-¿Quién te ha marcado más?
-No sabría decir, trabajo con el flamenco, el blues y el folclore en general, pero quizá por la cantidad de tiempo que he estado a su lado y por la cercanía, me siento muy cerca de Kiko Veneno. Es especial, es un maestro que enseña sin aleccionar.
-¿Qué presenta en esta gira?
-Es un trabajo a medio camino entre la música y la antropología cultural, porque yo estudio antropología y llevo muchos años como músico. Y sobre todo se acerca al espíritu mestizo de la música andaluza desde un punto de vista histórico, porque estudio los 500 años de relación entre América y el sur de España, ese tránsito de barcos y de músicas. Todo lo que sale de esa zona que llamamos el caribe afroandaluz. Intento tomar ese mapa como el verdadero mapa tradicional nuestro y abrir la música andaluza. Toda esas investigaciones las he convertido en canciones.
-Y todo con una guitarra nueva...
-Sí es un instrumento que he diseñado estos años con un lutier de Sevilla para hacer esta música mestiza. Se llama tres flamenco y es una mezcla entre un tres cubano, una guitarra de tres cuerdas que se usa para la música tradicional cubana, y una flamenca. Junto a Álex Tobías, la guitarra de Mario Mas y el bajo de Isaac Poll formamos un cuarteto que navega por todos los estilos.
-¿Qué ha sido lo más complicado de toda esta fusión?
-La transformación de tocaor en cantaor, me he dado cuenta de lo duro que es el trabajo de componer. Y después está la lucha diaria de seguir trabajando, es difícil darle estabilidad a los proyectos, aunque estén muy bien, porque la cultura está muy penalizada en este país.