El club maneja un presupuesto de 205.000 euros que se gasta en personal y desplazamientos
05 oct 2015 . Actualizado a las 15:48 h.Fernando Bustabad Ferreiro preside desde hace casi un año el club de natación Marina Ferrol, uno de las entidades con mayor solera en la natación gallega, de donde han salido magníficos nadadores y lo que es más importante, en donde aprendieron a nadar miles y miles de ferrolanos. Aunque nació como una sociedad exclusiva para los militares o sus familiares, hoy en día es un club civil, abierto a todos los ferrolanos, que disfruta, gracias a la gentileza de la Armada, de unas instalaciones de lujo (el mantenimiento de una piscina climatizada es caro) que de otra forma estarían infrautilizadas.
-Fue usted nadador del Marina, tiene hijos nadando. ¿Cómo llegó a la presidencia del club?
-Las dos cosas, fui nadador y tengo a tres hijos nadando en el club. El Marina se suele alimentar de la propia gente que pasa por el club, tanto para sus técnicos, monitores o directivos. En el club son muchas les gestiones que hay que hacer, yo soy abogado y pensaron que sería bueno que estuviera en la presidencia.
-¿Cuál es la relación del club con la Armada?
-Es una relación cordial y que busca un beneficio mutuo. Nosotros disfrutamos de una gran instalación y les ayudamos a mantenerla. Es una piscina climatizada que tiene ya muchos años, aunque se ha ido modernizando poco a poco.
-¿Hay que ser militar o hijo de un militar para formar parte del Marina Ferrol?
-En absoluto. Es un club abierto a toda la ciudad. Inicialmente nació siendo un club estrictamente militar aunque paralelamente al proceso de vaciado en lo militar que ha sufrido la ciudad, son muchos los que se fueron, el club se abrió a todo el mundo.
-¿Cuánta gente forma el club?
-Uno de nuestros valores es la gran plantilla de entrenadores, monitores, socorristas y un fisioterapeuta que hay en el club. En total son ocho empleados, lo que permite que haya un cuidador con cada grupo de trabajo. Gente que se meten en el agua con ellos. Es una atención muy personalizada para que los niños aprendan a nadar. Tenemos a tanto personal porque creemos que es necesario para dar una gran atención a los niños y niñas del club. Hoy en día somos 362 socios, tenemos 487 niños de los que 110 forman parte de los equipos de competición, es decir, de benjamín hacia arriba. El resto son niños en la escuela que están aprendiendo a nadar. Además hay 50 personas que practican waterpolo. Somos un pequeño colegio, hay colegios que no tienen tantos niños.
-¿Cuál es su presupuesto?
-Son 205.000 euros de los que 116.000 son para pagar al personal. El resto se emplea en viajes y gastos de mantenimiento.
-¿Cómo se cubre?
-Con la aportación de los socios y recibimos 1.900 euros del Concello de Ferrol por la escuela. También ingresamos otra cantidad del Concello pero es para la organización del Memorial Juan Varela, trofeo Ciudad de Ferrol y todo va bajo facturas de gastos. También organizamos dos trofeos de waterpolo y colaboramos en la travesía Abelardo López, que organiza el propio Concello aunque nosotros le ayudamos.
-¿Y los viajes?
-Nos gastamos entre 30.000 y 40.000 euros ya que vamos a todas las competiciones. Es otro de los valores de este club, además alojamos a los niños en buenos hoteles. Lo consideramos algo fundamental en la formación de los nadadores.
-¿Está abierta la inscripción?
-El club tiene un límite, está claro, aunque ahora mismo hay huecos en todas las categorías. Los interesados pueden lograr una mayor información en la web del club www.clubmarinaferrol.org. Los padres de los niños que inscriban a sus hijos, con la misma cuota, también pueden ellos disfrutar de la piscina.
-¿Cómo definiría al club?
-El Marina Ferrol es un club de competición, hay campeones de España y recordmans. Sin embargo, nuestros técnicos tienen una cosa clara, hay que cuidar a los niños/as. A un niño no somos partidario de cargarlo a metros, no es lo mismo nadar 2.000 metros al día a hacer 4.000. En el Marina hacen menos metros que en otros clubes y logran los mismos resultados. Los niños tienen otra vida al margen de la piscina y no es bueno someterlos a un estrés deportivo. Se trata de que viva una vida saludable y que tengan otra pandilla, además muy saludable, de amigos.