En otras palabras, Suárez quiere evitar que la situación le pase factura a su formación, a pesar de la complejidad de esta intención. Sobre todo teniendo en cuenta que el pacto de gobierno entre ambos grupos ni siquiera suma una mayoría absoluta que permita refrendar en el pleno sus propuestas sin otros apoyos.
Además, dejar en manos del PSOE ferrolano las decisiones sobre Sestayo -sin hacer mención a la dirección del PSdeG-PSOE, que es la que ha requerido a la concejala y parlamentaria- viene a suponer que el futuro político de Sestayo lo marcaría la agrupación local que ella misma controla, al ser secretaria general de los socialistas ferrolanos.