Dos décadas y 170 millones después la ría sigue a la espera de depuración
13 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El de la EDAR funcionando a medio gas y sin depurar íntegramente ni un solo metro cúbico de aguas residuales es solo el último episodio de la sucesión de despropósitos que encadena la llegada del saneamiento a la margen derecha de la ría de Ferrol. El entonces conselleiro José Cuíña anunciaba en 1991 que el saneamiento integral de Ferrol estaría concluido en 1994. Más de dos décadas después, el proceso está aún incompleto. Y la amenaza de un nuevo retraso se cierne sobre su total puesta en marcha.
¿Está depurando o no la EDAR de Prioriño?
Depende de a quién se le pregunte, pero la respuesta es no, al menos íntegramente. El aporte de aguas residuales que llega a cabo Prioriño pasa solo una fase primaria de tratamiento, en la que se retiraran los elementos sólidos. Y ese caudal, con una importante carga aún de contaminación biológica y química -diez y tres veces respectivamente por encima de lo permitido, según un informe municipal-, se envía al mar a través del emisario submarino. El Concello considera que eso no es depurar, mientras la Xunta y el PP defienden que el proceso está en marcha, aunque no al cien por cien, y argumentando que es secuencial como ya advertían documentos oficiales que situaban en el segundo semestre de 2015 el funcionamiento pleno.
¿Es normal que los tanques tengan grietas?
Para los profanos en la materia, el que unos tanques que no se han usado más que para pruebas y que tienen solo cuatro años presenten grietas no parece normal. Pero según la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, sí lo es. De hecho, argumenta, para eso se prevén drenajes y bombas de achique en diferentes zonas de la planta. Explica que en este caso las fisuras se han producido por movimientos propios de las estructuras ejecutadas, sometidas al ambiente marino, variaciones térmicas y procesos de consolidación del terreno circundante, agravado por la falta de mantenimiento de la impermeabilización. Alega que las fisuras ya se toman como un factor más a tener en cuenta en el diseño. Y que la imposibilidad técnica de realizar los elementos de hormigón de una pieza hace necesaria la introducción de juntas, que deben ser «tratadas y vigiladas».
¿Quién tiene que arreglar las deficiencias halladas?
La respuesta a esta cuestión vaticina una larga contienda entre administraciones. Una vez que la Confederación Hidrográfica Miño-Sil ha confirmado que la obra de la EDAR ya no está en garantía, la opción de reclamar la reparación de las grietas en los tanques de la depuradora a la empresa constructora -la ute formada por Acciona Infraestructuras, Degremont y Acciona Agua- aparentemente se cierra. Y además, el Ministerio de Medio Ambiente atribuye los problemas a falta de mantenimiento, no a defectos estructurales. Y aquí se abre el debate. Hasta mayo del 2014, es decir, durante casi cuatro años tras su conclusión, la Confederación mantuvo la responsabilidad sobre estas infraestructuras. Ese mes se la transfirió a Augas de Galicia, que al mes siguiente se la traspasó al Concello y este, a su vez, en cuestión de días, a Emafesa. Es la actual responsable, a la espera de que se oficialice la anulación anunciada por el alcalde y la impugnación del acuerdo con el organismo autónomo de la Xunta. Las deficiencias se comunicaron oficialmente en junio del 2014, pero es de suponer que se originaron mucho antes.
¿Qué se ha hecho y qué falta por hacer?
Se han ejecutado la mayor parte de las infraestructuras necesarias: el cruce e impulsión de A Malata -con la estación de bombeo y el colector en el muelle Fernández Ladreda-, el emisario terrestre de siete kilómetros que comunica A Malata con cabo Prioriño, la EDAR y el emisario submarino que llevará las aguas residuales descontaminadas mar adentro. Las obras culminarán en noviembre, cuando se dejen listos los tramos de colectores en obras (A Malata-A Gándara y A Gándara-O Cadaval). Para completar la red hasta Xuvia faltará un último tramo actualmente en contratación. Y falta también un proyecto específico para A Malata y dar solución al saneamiento en el rural.
¿Cuánto se ha gastado?
Unos 170 millones de euros, tres cuartas partes sufragadas por fondos europeos. El abandono y la falta de planificación ha encarecido la obra, porque se empezó la casa por el tejado. La Xunta construyó entre 1994 y 1998 el colector general del saneamiento, entre Neda y Ferrol. Costó 12,3 millones de euros. Pero pasaron doce años y no se llegó a usar, porque el resto de infraestructuras no estaban construidas. Eso obligó a rehabilitar diez de sus kilómetros y construir nuevas canalizaciones en casi cinco durante la obra de los interceptores generales que ejecuta ahora Acuaes. La falta de uso de la estación de bombeo también supuso una puesta a punto después de más de un lustro construida y sin funcionar.
¿Supondrá un nuevo retraso la situación actual?
Previsiblemente, sí. No parece que la reparación de la EDAR -para Emafesa imprescindible antes de depurar íntegramente, pero no para la Confederación Hidrográfica- se acuerde fácilmente. Se sumaría así a una larga lista de retrasos provocados por una combinación de falta de voluntad política, goteo de financiación y dificultades técnicas. También influyeron en la demora las sucesivas polémicas por la ubicación de la depuradora y la estación de bombeo.