Como era de esperar, la lectura de las posibilidades que dejan los presupuestos fue diferente en cada bando político. En el PP presumen de cifras en una época complicada y alegan que se cumplen con los compromisos adquiridos. Sin embargo, el alcalde, Jorge Suárez, solo concede que se cumple «estrictamente co previsto» y solo en algunas partidas, como las cuatro de obras anunciadas desde hace meses en la ciudad.
El senador del PP, Juan Juncal, no quiso dar una cifra total de la inversión en Ferrol, pero sí aseguró que tanto Galicia como la provincia de A Coruña presentan porcentajes de inversión en estos presupuestos superiores a la media. Y alertó de que «han acabado los tiempos de orgías presupuestarias como las de los años 2000 o 2003», pero que en las circunstancias actuales son unas cifras muy ventajosas para que la comarca despegue por fin.
Una visión que desde la alcaldía no se comparte, ya que el regidor aseguró que la ciudad sigue siendo dependiente de una dotación que no alcanza para construir un tejido productivo serio. Y por eso tildó las cuentas de «insolventes, porque non solucionan ningún dos problemas que arrastra unha cidade moi lastrada por una dependencia secular do Estado, que ocupa os seus terreos sen recompensa e tampouco solventa as dédebas históricas en infraestruturas e gasto social que precisa este concello».
Responsabilidad de las firmas
En cuanto a la proyección de las inversiones Juncal se refirió a que no puede recaer en las administraciones todo la responsabilidad de generar empleo. Y razonó que los presupuestos abordan temas fundamentales, como el puerto, obras importantes en la ciudad y el saneamiento del margen derecho de la ría, pero que son los empresarios los que deben rentabilizar todas estas inversiones tratando de sacarles partido.
El presidente del Puerto, José Manuel Vilariño, también resaltó que el PP cumple sus compromisos, aunque no pudo concretar fechas para el inicio de las obras del tren, pero fijó la licitación antes de final de año.
«Cuentas avaras»
Avaro fue el adjetivo escogido por el alcalde para analizar unas cifras que, a su entender, no solo solucionan problemas fundamentales, sino que una vez más no reconocen que la ciudad «ten parte dos seus terreos ocupados por Defensa sen contrapartida e arrastra unha fonda crise e débedas históricas en infraestruturas e inversión social».
En cuanto al naval, denuncia que non se consignan ni un euro para nuevas «construccións militares nin para o dique flotante». En este punto coincide con los trabajadores de Fene a la hora de señalar la urgencia de «conquerir novos contratos militares que deberan chegar ben da man da Armada ou ben das mariñas extranxeiras, multiplicando e reforzando as accións comerciais no exterior con auténtica vontade política».
Además, echa en falta inversiones comprometidas, como el retranqueo de la vía del tren y las obras necesarias en el puente de Santa Mariña.