Empujón a la obra del tren a Caneliñas tras casi doce años

FERROL CIUDAD

Ana Pastor se entrevistó con los críticos al trazado en abril del 2013
Ana Pastor se entrevistó con los críticos al trazado en abril del 2013 JOSÉ PARDO

Las tareas del convoy se otean después de una larga etapa de desidia, pero el regidor de Ferrol exige que se varíe el trazado

06 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El hecho de que el proyecto de los Presupuestos Generales del Estado incluyan financiación en cuatro anualidades -desde el 2016 al 2019- para la obra del ferrocarril al puerto exterior saca a esta infraestructura de un largo letargo administrativo en el que, hasta la llegada de Ana Pastor a Fomento, la desidia burocrática y la falta de transparencia fueron la tónica. Tanto con el Gobierno central en manos del PP como del PSOE. Ahora, sin embargo, es el gobierno local el que exige que se varíe el trazado.

¿Cuándo se iniciaron los trámites?

Fue el 16 de octubre del 2003, hace casi doce años, cuando la Autoridad Portuaria, en aquel momento presidida por Ángel del Real, solicitó permiso para realizar el estudio informativo con el objetivo de agilizar los trámites.

¿Qué sucedió después?

La iniciativa entró en un largo túnel de sombras en el que, como ya se ha mencionado, la desidia administrativa marcó su desarrollo. Desde los diferentes Ejecutivos centrales en toda esa franja siempre se eludía concretar el estado del proyecto. La información oficial era prácticamente inexistente, las explicaciones brillaban por su ausencia y las partidas que se recogían en los presupuestos generales del Estado o eran simbólicas o, simplemente, se consignaban pero no se ejecutaban. Siempre eran cifras menores, hasta el documento actual.

¿Cuándo cambió esta situación?

La entrada de Ana Pastor en Fomento fue decisiva para impulsar la propuesta. Fue el 10 de enero del 2013 cuando se dio el primer paso con la licitación del proyecto constructivo, el documento maestro para determinar la ruta del convoy, la duración de las obras, su ejecución y su coste. Posteriormente fue adjudicado y todavía está pendiente de que se culmine. Se cuenta con él en septiembre de este ejercicio, aunque acumula una larga demora. La consignación presupuestaria, que para el 2016 es de 27,1 millones de euros, es el espaldarazo de salida para las tareas físicas. Se marca el horizonte del 2020 para que el convoy esté operativo.

¿Qué supondrá la puesta en servicio del convoy?

Un nuevo bum en el negocio marítimo para la Autoridad Portuaria. Solo los contenedores son un buen ejemplo de ello. En el plan de expansión de la firma FCT se contempla rozar un techo de 1,5 millones de teus [unidad estándar para la medida de contenedores] por ejercicio. Se trataría de una cifra de referencia en España. Pero solo se logrará este objetivo contando con el tren.

¿Hay ahora algún escollo?

Sí. Un desencuentro entre administración estatal y local. El alcalde de Ferrol, Jorge Suárez, recordó ayer que la obra ya debería estar prevista en el diseño inicial de la rada y que la comarca la demandó de forma «unánime e insistente» para conectar la dársena con la red estatal ferroviaria. Desde el Concello se apuntó que «Fomento tampouco está a ter en conta a oposición veciñal ao trazado sur elexido polo departamento de Ana Pastor e segue sen atender a demanda deste goberno local de reconducir o trazado pola vía do norte, que aínda que suma metros de vía evitaría a severa agresión ambiental que supón levantar un viaducto sobre a ensenada de A Malata e as súas repercusións no saneamento, na paisaxe e nas actividades marisqueiras e náutico deportivas dese recodo da ría». Suárez insta a Fomento a rectificar el trazado «xa que aínda estamos a tempo sen provocar retrasos na execución dunha obra precisa para mellorar a competitividade da rada».

¿Puede afectar esta polémica?

Sí. La variación del trazado elegido supondría, como mínimo, redactar otro proyecto constructivo para la ruta norte, cuando ahora se está finalizando el de la ruta sur. Eso en el caso de que Fomento llegase a aceptar la demanda que plantea el Concello de Ferrol. Y está por ver, si no hay consenso, si esa oposición desde el Ayuntamiento se traduce en trabas administrativas y polémicas en torno a la obra.