Más claro que el agua

José Picado

FERROL CIUDAD

26 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Incolora, inodora e insípida. Estas eran las tres características que definían el agua en el antiguo bachillerato. Después se vio que no, que el agua tenía un cierto color, hay grandes diferencias de sabores y, además, los buenos catadores hasta diferencian los olores de los gases que se encuentran en los manantiales, pozos y embalses. Lo que no tiene que tener son trihalometanos, esos elementos perjudiciales para la salud que la convierten en no potable, y que trajeron de cabeza a miles de ferrolanos durante tres interminables días. Un barullo. ¿Y ahora qué? Ahora lo de siempre. Más barullo, turbidez política, lanzamiento de culpas y algunas investigaciones en curso. Pocas, a mi entender. Se ve que Ferrol en esto de los expedientes y las investigaciones no pinta demasiado. ¡Se anuncian solo cuatro, una nimiedad!. La que puso en marcha de forma inmediata la Fiscalía, palabras mayores. La que comenzó el Valedor do Pobo. Una, que dicen que servirá para aprender, de la Xunta de Galicia. Y la investigación interna del Concello. ¿Y ya está?

Estarán de acuerdo conmigo en que aquí falta mucha investigación, comisión y expediente por abrir. Se echa de menos la de la Diputación de A Coruña, ¿o es que acaso no se vieron afectados vecinos de varios municipios de la comarca? La propia de Emafesa, empresa mixta en la que dicen que manda Florentino Pérez (el del Real Madrid) a través del 49% de participación que tiene Urbaser, filial de medioambiente de ACS. Don Florentino, liado como estaba con el traspaso de Casillas, ni se enteró y no le comentó nada al alcalde Suárez, presidente de la empresa en representación del 51% del concello que, según parece, es el que no manda (¡cousas veredes!). Sería necesaria también una investigación por parte de la Delegación del Gobierno. Por supuesto, del Congreso de los Diputados y del Senado, futura cámara de representación territorial (¡es broma!). Y, cómo no, de la Armada Española y la Diócesis Mondoñedo-Ferrol, aunque ahora no tenga obispo titular. Obviamente, el caso requerirá de múltiples investigaciones periodísticas, con sus programas y suplementos monográficos. Aunque sin duda de ningún tipo, la madre de todas las investigaciones debería realizarse en el Parlamento de Galicia, ya saben, ese lugar en el que los políticos leen, gritan, se acaloran y se insultan. ¿Y hablan, debaten, acuerdan y deciden? No, eso no. De eso no hay constancia, como tampoco la hay de que ninguna comisión investigadora llegase a conclusiones concretas, útiles y eficaces. Pero a alguna cosa tendrán que dedicar sus señorías su valioso tiempo.

Del asuntillo de marras, eso del agua, ya dirán el fiscal y el juez lo que procede hacer. Es lo único claro.