A Ferruxeda es como se conoce al extremo este de la playa ferrolana de Ponzos, en la parroquia de Covas. Y debe su nombre a un pequeño regato, también conocido como Rego da Marixosa, que baja desde los montes de Vilarquinte, de aguas ricas en hierro y que en el tramo final forma una pequeña cascada. Para llegar a este lugar, a salvo casi por completo de cualquier intervención humana, solo hay una alternativa: caminar.
Puede hacerse desde el otro extremo del arenal de Ponzos (casi dos kilómetros) o si se deja el coche en la zona del lavadero de la antigua mina de oro, hacia la mitad de la playa. Esta segunda opción ahorra caminata pero tiene dos inconvenientes: el camino de tierra está en muy malas condiciones en el último tramo y aparcando en esa a veces colapsada zona no contribuimos a la preservación de uno de los espacios vírgenes que quedan en la costa ferrolana.
La fuente de A Ferruxeda, que marca el límite de Ferrol y Narón en el escaso tramo de costa y playas naronesas (O Casal, Hortiña y Lopesa) , ha sido siempre muy apreciada y frecuentada por la gente del lugar. Desde hace algunos años es, además, la zona preferida por los bañistas que practican el nudismo También por quienes pasean a sus perros, aunque finalmente el Concello desechó la idea de que Ponzos fuese la playa autorizada para mascotas.
Carece de vigilancia y de servicios, a excepción de una pequeña ducha habilitada por los propios usuarios con unos palés reciclados y unos tubos para canalizar el agua. El resultado no es lo más estético, pero al menos no parece muy agresivo.