Las unidades de la Armada de gran porte con base en Ferrol -las cinco fragatas F-100 y los buques logísticos Patiño y Cantabria- están llamadas, por varios motivos, a jugar un papel cada vez más destacado en los compromisos de España con la Alianza Atlántica.
¿Cuál es el contexto?
Una presencia cada vez más creciente de la OTAN en Europa. El Mediterráneo es escenario desde el 11-S de la operación antiterrorista Active Endeavour. Con el paso de los años ha ido variando sus objetivos pero, a día de hoy, el terrorismo internacional es una amenaza principal a la que dar respuesta. Por otro lado, las tensiones con Rusia también están como telón de fondo en las maniobras cada vez más frecuentes en aguas próximas a ese país. La Alianza Atlántica, en definitiva, ha dado mucho más peso a su presencia en el viejo continente por la coyuntura geopolítica.
¿Cuál ha sido el último paso político?
El ministro de Defensa, Pedro Morenés, acompañado por el jefe de Estado Mayor de la Defensa, almirante general Fernando Garcia Sánchez, participó en la reunión ministerial de la OTAN, que se celebró del 24 al 25 de junio en la sede del cuartel general de la Alianza en Bruselas. El principal asunto de la agenda durante el miércoles 24 de junio giró en torno al nuevo escenario de seguridad al que la Alianza ha de hacer frente, tanto en el este como en el sur. Para reforzar la defensa colectiva y la gestión de crisis se esperaba desarrollar una adaptación del Readiness Action Plan. Entre otros aspectos, agilizar las decisiones políticas y militares para el despliegue de la Fuerza de Respuesta de la OTAN (NRF), cuya capacidad se prevé incrementar hasta superar el doble de su tamaño inicial, entre 30.000 y 40.000 soldados.
¿Qué rol jugarán los buques locales?
De entrada, las F-100 mandarán durante todo el 2016 una de las fuerzas navales permanentes de la OTAN. Es muy probable que en su agenda de trabajo durante ese ejercicio se incluyan, por ejemplo, maniobras en escenarios sensibles, como ya ha sucedido en otras ocasiones. Estas fuerzas de la Alianza, además, tienen entre sus objetivos ser punta de lanza y primera respuesta ante cualquier escenario de crisis real al que se las desplace.
¿Están preparadas las fragatas para asumir estos retos?
Sí. Tanto por el hecho de que están a la vanguardia de Europa como por el de que están adaptadas para ejercer como buques de mando. Lo han hecho ya en otras ocasiones, en escenarios tan dispares como el Mediterráneo o el Índico, en este último caso en el marco de la lucha contra la piratería dentro del operativo Ocean Shield.