Ferrol y Narón pactarán su urbanismo

FERROL CIUDAD

Ambos municipios dialogarán sobre el desarrollo en zonas limítrofes y el suelo industrial

28 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Ferrol y Narón están condenados a entenderse. Pero la nueva etapa de relaciones institucionales convierte esa condena en una oportunidad, con el punto de mira fijado en el urbanismo. Desde ambos lados del puente de las Cabras se coincide que en el largo listado de asuntos en los que cooperar una de las prioridades será sentarse para coordinar los respectivos planes de ordenación, que los dos ayuntamientos tienen en fase de revisión.

La continuidad urbana que diluye la frontera entre Ferrol y Narón obliga al entendimiento. En zonas limítrofes en las que choca la delimitación administrativa y se desatan los problemas. Lo recuerda el alcalde de Narón, José Manuel Blanco, con un ejemplo gráfico. La parcela de A Gándara, situada frente a Alcampo y donde actualmente se concentra la obra del saneamiento. Esa parcela era originalmente de Ferrol, pero pasó a Narón dentro de las negociaciones sobre ese polígono. Hubo cambio de propietario pero la modificación urbanística que debía llevar aparejada no se produjo. Y por ello, argumenta el regidor, «non sabemos o que podemos facer nela». Porque siguiendo lo estipulado en el plan de urbanismo ferrolano, aquello debía ser zona verde.

Y he ahí el primer problema a resolver: parcelas que pasaron de un ayuntamiento a otro que aún se están guiando por las directrices anteriores. A Gándara es solo un ejemplo, pero hay muchos más: San Mateo-Mandiá, donde los límites también se modificaron. Y allí hay zonas en las que Narón permitía construir, pero Ferrol no. Así que, una vez establecidos hace años los límites definitivos, la primera misión pendiente es aclarar qué es lo que se puede, y qué no, en cada sitio. Por ejemplo, entre Ponzos y Vilarquinte (O Val), en O Feal con A Pega o en el propio polígono de A Gándara.

Así lo entiende también la concejala de Urbanismo ferrolana, María Fernández Lemos. «Los planes de urbanismo deben coordinarse siempre entre los concellos colindantes», defiende, para evitar paradojas como la diferencia de alturas en edificabilidad a uno y otro lado de una misma calle. Y sobre todo, para garantizar un «crecimiento homogéneo, independientemente del término municipal».

El suelo industrial es otra de las grandes asignaturas pendientes en la coordinación intermunicipal. La oferta de metros cuadrados existente en Narón en el que es el tercer polígono industrial más grande de Galicia, Río do Pozo, contrasta con la inexistencia de suelo disponible en Ferrol. El nuevo gobierno local rechaza a utilizar para el asentamiento de empresas la parcela de la antigua estación de radio de Mandiá. Pero «no podemos prescindir del suelo industrial ni dar por perdida esa batalla», advierte Fernández Lemos. Recuerda que Río do Pozo tiene solares vacantes y defiende que a corto plazo «no es una prioridad el desarrollo de Leixa». Sobre todo, «hasta que no tengamos las infraestructuras para cubrir las necesidades de ese nuevo polígono».

En este sentido, Blanco recuerda que con Vicente Irisarri ya se había hablado de que el tren pudiese llegar a los dos polígonos, con un trazado que conectaría también Megasa y el puerto. Desde Ferrol se advierte de que se trata de una inversión «grande» que debe ser «meditada» y planificada «a largo plazo, meditada, y en momentos de crecimiento».

Pero lo importante es que Ferrol y Narón están dispuestos a sentarse para abordar estos y otros muchos aspectos. «Durante catro anos fomos incapaces de ter unha soa reunión con Ferrol. E esperemos que iso se aclare agora. Hai que falar de moitas cousas», señaló el regidor naronés. Todas dentro de un pacto de las Cabras actualizado que ambas partes saludan y en el que deberán hablar también de saneamiento, bomberos, transporte público, cultura y seguridad.