Los deberes del sillón de Jorge Suárez

rocío pita, andrés vellón FERROL

FERROL CIUDAD

La confrontación de las promesas del bipartito con la realidad depara controvertidas decisiones

21 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El gobierno de Ferrol ha prometido poner patas arriba muchas de las decisiones que ya habían quedado tomadas o encarriladas en el pasado mandato. Nuevo estilo, nuevas promesas pero la misma obligación ante los ciudadanos de cumplir aquello que prometió. El sillón de Jorge Suárez no será fácil ni, posiblemente, cómodo. Asegura que tirará lo menos posible de la herencia de sus antecesores.

el pacto

Lograr la estabilidad del bipartito. Es el primer gran reto. Después de los problemas para cerrar el pacto con el PSOE, lograr que este sea estable y duradero será crucial para que los ferrolanos confíen en un gobierno en el que todo es nuevo, pero en el que todos recuerdan viejas experiencias de fallidos gobiernos de coalición. Un reparto que ahora ambos partidos consideran «equitativo» podría no serlo tanto a lo largo del mandato. Ya ha habido las primeras faltas de sintonía y de falta de comunicación. Además, se suma el hándicap de la inexperiencia de buena parte de los ediles. Y en cada café, en cada conversación callejera o en cada pasillo se abren las apuestas para intentar vaticinar cuánto durará el pacto. Jorge Suárez y Beatriz Sestayo lo tienen claro: «Catro anos». Por el momento muestran voluntad, ilusión y entusiasmo. Y tienen aún el beneficio de la duda.

defensa

Renegociar el convenio y derribar la muralla. Las intenciones manifiestas del nuevo ejecutivo presagian un duro enfrentamiento con el Ministerio de Defensa. El primero, por el convenio. Cuando el gobierno de Rey Varela daba casi por zanjado el tercer texto, tras dieciséis años de negociaciones del Ayuntamiento, con la firma in extremis a pocos días de las elecciones, el vuelco de las urnas lo ha cambiado todo. FeC y PSOE rechazan la construcción de nuevas viviendas y de un centro comercial en el Sánchez Aguilera, la pieza urbanística sobre la que pivota el acuerdo con Defensa. Y por la que el ministerio cedía las otras nueve parcelas. La negativa a autorizar los usos previstos en el plan especial de la parcela en aras de más zonas verdes y suelo dotacional y también a pagar los 500.000 euros -una parte ya abonada- por la inclusión de la estación de radio de Mandiá convierte en papel mojado el acuerdo. Y aboca a la ciudad a un cuarto convenio, suponiendo que se llegue a un acuerdo con un ministerio al que también se le exigirán otras cosas: la cesión del Cuartel de Dolores y la residencia del coronel del Tercio Norte, por ejemplo. O el derribo de la muralla del Arsenal, el sempiterno objetivo ferrolano para que desde el centro de Ferrol se pueda ver el mar. Serán sin duda, unas negociaciones correosas. Y de la mano izquierda de Jorge Suárez y su socio de gobierno dependerá también el talante de esas conversaciones.

paro

Generar puestos de trabajo. La creación de empleo es la base para prácticamente todo lo demás. Sobre el papel, todos los partidos conocen la teoría. Lo difícil es de qué forma llevarlo a la práctica. Las propuestas locales de apoyar el pequeño comercio, incentivar el cooperativismo agrícola o activar las cuadrillas de obras municipales son gotas que se pierden en el océano de desempleo de una ciudad en la que, como no se cansan de recordar FeC y PSOE, solo trabaja una de cada tres personas y tiene la tasa de paro más alta de Galicia. El trabajo llegará si se revierte la difícil situación del naval, para la que el nuevo gobierno pedirá la demanda del dique flotante y adelanta que rechazará nuevas reconversiones. O por lograr la implantación de nuevas empresas, algo complicado en un Ayuntamiento que carece de suelo industrial.

fomento

Trazado norte del tren al puerto exterior. El nuevo alcalde deberá sopesar y analizar el retraso que puede derivarse de la defensa de una ruta alternativa para el ferrocarril a Caneliñas. Fomento está a punto de dar por finalizado el proyecto constructivo por la ruta sur y la previsión es poder licitar las tareas este mismo año.

Si se diese el caso de que se optase por la norte habría que modificar todos los calendarios. De entrada, el proyecto constructivo que se está elaborando quedaría desechado y habría que licitar un nuevo concurso, esperar a la presentación de propuestas, estudiarlas y adjudicar las tareas. Posteriormente se formalizaría el contrato y, solo a partir de ahí, se podría comenzar a elaborar ese nuevo proyecto. El documento que se está elaborando en la actualidad se licitó en enero del 2013. Año y medio después el trabajo todavía está sin finalizar. La demora que supondría paralizar el proyecto actual sería de al menos dos años. Del enlace ferroviario a Caneliñas depende el desarrollo de la terminal de contenedores de FCT en Caneliñas, que requiere convoy por poder ampliar su área de influencia terrestre. De hecho, el desarrollo de ese negocio está vinculado a la existencia de línea ferroviaria.

También hay que tomar en consideración que Fomento ha solicitado fondos europeos para la cofinanciación de los trabajos, una solicitud que podría verse afectada en caso de cambios en el proyecto.

obras

Paralización de proyectos. Será, probablemente, una de las decisiones más polémicas. Si el gobierno paraliza, como prometió, obras como la de la Cuesta de Mella, y todas aquellas que considere «superfluas» le lloverán críticas, porque podría suponer que recursos ya invertidos finalmente no tengan utilidad alguna para los ciudadanos. Y si no lo hace, deberá argumentar por qué en una época de emergencia social como la actual se derivan fondos a proyectos que nunca figuraron en su agenda. El alcalde tendrá que hilar fino. Y lidiar también con el aspecto legal.

recimil

Hacer un nuevo censo y poner en venta viviendas. Otro de los retos de Suárez será decidir cómo hacer para que Recimil no se eternice como un problema sin solución. Su programa conjunto acordado con el PSOE propone paralizar el proceso de regularización iniciado en el anterior mandato, al que se acogieron casi 400 residentes, que esperaban ver resuelta su situación este mismo año. Pero ahora la solución propuesta pasa por realizar un nuevo censo «real» -sería el cuarto en una década- y abrir la posibilidad de que los vecinos con derechos adquiridos puedan hacerse con la propiedad. Una patata caliente que acumula demasiados años de espera.

relaciones con narón

Reconducir el conflicto y compartir objetivos. Ferrol se retrotrajo el pasado mandato a los tiempos más cruentos del conflicto institucional entre Ferrol y su vecino Narón. Sus regidores no se entendieron. Y eso supuso que el municipio naronés abra la guerra contra Ferrol por los acuerdos del saneamiento. O que Narón crease su propio grupo de emergencias tras renunciar a seguir en el convenio de los bomberos. Ahora la intención del bipartito es reconducir la situación. Y abrir no solo la posibilidad de compartir servicios, sino también de compaginar la agenda cultural para evitar duplicidades en sus dos grandes infraestructuras: el Auditorio de Caranza y el Pazo da Cultura.

saneamiento

Otro convenio y tasas. Bajo el epígrafe «revisión dos convenios de saneamento asinados polo Concello con distintas administracións e entidades» que recoge el programa se esconde una bomba de relojería. ¿Cómo hará el nuevo gobierno para que la obra no se detenga si no acepta los acuerdos bajo los que se iniciaron? ¿Cómo introducirá su defensa de las redes separativas y qué repercusión económica y temporal tendría? Pero a la puerta tiene alguna decisión más inmediata: el futuro de la tan denostada tasa de saneamiento, que supuestamente financia la puesta en marcha y las acciones de mantenimiento inicial de la red.