Sindicatos

José Varela FAÍSCAS

FERROL CIUDAD

26 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

ecientemente, el FMI, club de escasas veleidades izquierdistas, premió un trabajo de los profesores Carlos Mulas y Maura Francese ?La distribución de los ingresos y su papel en la explicación de la desigualdad-. En él, entre otras consideraciones, los autores prueban de manera inequívoca que cuanto menor es el poder real de los sindicatos, mayor es la brecha social. Casi al mismo tiempo, en el número de este mes, abril del 2015, Le Monde Diplomatique en castellano publica un artículo de su director, Serge Halimi, que cita a su vez otro más antiguo de George Melloan difundido en el nada sospechoso The Wall Street Journal, en el que subraya la evidencia de que a mayor bienestar social, mayor capacidad de decisión de los trabajadores en los órganos de dirección de las empresas (en román paladino, mayor poder sindical). En esta publicación se muestra un mapa que registra las diferencias en todo el mundo. A estas alturas nadie que pretenda no pasar por analfabeto puede negar que las sociedades desarrolladas tal como hoy se conciben no se entienden sin el concurso histórico de los sindicatos; un concurso cuyos resultados de progreso da pudor enumerar. Ferrol no es una excepción. Pues bien, aunque todo lo dicho parece una perogrullada por su obviedad manifiesta, aún quedan lumbreras que confunden el tocino con la velocidad, el culo con las témporas y las causas con sus efectos, y que no tienen reparo, ni vergüenza, en cargar la responsabilidad de la depresión comarcal a la actividad sindical. Alguno de estos faros del pensamiento contemporáneo, luminarias de la ilustración y cumbres de la analítica social figura en la lista del PP.

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