La Semana Santa se adentra en Ferrol Vello

Bea Abelairas
B. Abelairas FERROL

FERROL CIUDAD

El Cristo de la Buena Muerte de la Orden Tercera que procesionó ayer es una talla creada a partir del Cristo de la Luz, la imagen más antigua de Ferrol y que los historiadores datan en el XVII.
El Cristo de la Buena Muerte de la Orden Tercera que procesionó ayer es una talla creada a partir del Cristo de la Luz, la imagen más antigua de Ferrol y que los historiadores datan en el XVII. FOTOs< / span> César toimil< / span>

La procesión del Cristo de la Buena Muerte recorrió ayer el barrio y hoy lo hará la del Cristo de los Navegantes

01 abr 2015 . Actualizado a las 12:16 h.

La Semana Santa llegó ayer a las calles de Ferrol Vello (un barrio al que regresará esta tarde de nuevo, con la procesión del Cristo de los Navegantes) de la mano de las cofradías de la Orden Tercera, que procesionaron con el Cristo de la Buena Muerte. El hermano mayor de la Cofradía de la Orden Tercera, José Evia Gende, recordaba ayer, mientras preparaba muy afanado los últimos detalles del trono, que la imagen que procesiona es una talla creada por el escultor ferrolano David dos Santos Feal en el año 2002 a partir de uno de los tesoros de la Orden Tercera: el Cristo de la Buena Luz, la talla más antigua de la ciudad y que data del siglo XVII, según la historiadora Ana Martín. Precisamente la Orden Tercera hace honor a su tradición franciscana y saca a la calle el Domingo de Ramos otra pieza muy especial: el Ecce Homo, cuyo origen está documentado ya en la primera mitad del siglo XVIII y los expertos en arte lo han catalogado como una de las grandes obras de Florencio Gambino, de los mejores imagineros españoles de la Ilustración.

Dolores y Ares

La procesión del Cristo Atado a la Columna y la Santísima Virgen de la Esperanza de la Cofradía de Dolores cerró la jornada con un recorrido muy conocido, pero que contó con la presencia de muchos devotos. En Ares fue un día muy especial, ya que salió a la calle un cristo crucificado que hace paradas, según una tradición antigua en las casas, donde sus propietarios dejan una cruz.