Un sinsentido

FERROL CIUDAD

20 mar 2015 . Actualizado a las 16:43 h.

La crisis ha sido devastadora en muchos aspectos, en la mayoría, sin embargo, ha servido para algo. Ese algo ha sido para frenar un bum urbanístico desenfrenado y sin xeito que ha afectado a algunos municipios costeros de la comarca. La crisis se llevó consigo a decenas de constructoras, que a su vez han dejado un sinfín de edificios sin terminar o, lo que es peor, acabados pero sin licencia de ocupación. En algunos casos, esos pisos tienen propietarios, que no pueden ocupar sus viviendas pese a haber hecho un importante desembolso económico. Sus casas no son legales. Esos edificios que se construyeron en la época de las vacas gordas ahora son estructuras inertes en calles sin vida. Los vándalos han encontrado un filón en estos inmuebles, que se construyeron a todo trapo. En algunas urbanizaciones que sí se llegaron a comercializar pero que aún no son legales, se ha tenido que contratar a una empresa de seguridad las 24 horas del día para evitar saqueos.

La situación no es mejor para los ocupantes de edificios a medio vender en los que la constructora se encuentra en quiebra. Los propietarios se ven imposibilitados a arreglar defectos constructivos de los inmuebles, porque la promotora, en concurso de acreedores, no asume los gastos comunitarios correspondientes a esa cantidad de hogares que tiene sin vender. ¿Tuvo algún sentido este bum urbanístico? Al menos ha servido para aprender una lección muy valiosa, tener los pies en la tierra.