Astano se prepara tras 30 años de veto

Beatriz García Couce
Beatriz Couce FERROL

FERROL CIUDAD

Parte de la plantilla directa, en el taller nuevo de bloques curvos, auxiliar del viejo y más grande.
Parte de la plantilla directa, en el taller nuevo de bloques curvos, auxiliar del viejo y más grande.

La factoría realiza algunos trabajos para el flotel y el BAM y enfila la obra de Iberdrola

15 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Es uno de los astilleros con mayores capacidades de Europa y ha estado condenado en los últimos años por la falta de trabajo y por el veto que le impedía acceder a la construcción naval civil. Desde el 1 de enero, está libre de ataduras y, aunque aún está lejos de contar con encargos que le permitan saturar sus instalaciones, Navantia Fene se prepara ya para que la rueda de la actividad pueda volver a girar con fuerza. Los 189 trabajadores directos que están actualmente en la factoría -otro centenar están destinados en Ferrol y una veintena en la división de Reparaciones- y los 70 de compañías auxiliares que desempeñan distintas tareas conforman una plantilla exigua para las dependencias superlativas de un astillero que ocupa unos 800.000 metros cuadrados de superficie, pero en sus instalaciones poco a poco se recobra la actividad.

En el taller de bloques planos, personal de la empresa Maessa empieza a dar forma a los primeros módulos de los 16 del buque flotel para Pemex que se fabricarán en la factoría y luego se enviarán para su ensamblaje en la grada de Ferrol. Sus buzos granate y la edad media de los operarios, mucho más jóvenes que la plantilla del astillero, caracterizan la mano de obra en estas instalaciones, en donde se reciben las chapas del gigantesco parque al aire libre en donde se estiban y clasifican las planchas, se lleva a cabo el cortado del acero y de los perfiles y se sueldan las piezas, configurando los bloques.

En el taller nuevo de bloques curvos, trabajadores de Navantia compaginan las tareas asignadas para el flotel con las primeras de arranque de la construcción del Buque de Acción Marítima (BAM) para la Armada española. Son trabajadores curtidos, muchos de ellos superan los sesenta y que han tenido la versatilidad de adaptarse en las últimas décadas a fabricar grandes buques, plataformas off-shore y buques militares.

Un buque entero en un taller

Otras dependencias, como el viejo taller de bloques curvos -en donde como su nombre indica se fabrican las partes curvadas del buque- y es tan grande que podría albergar la construcción de un barco, o el de módulos -una instalación industrial con una singular cubierta de hormigón que asemeja madera- están ya completamente despejadas y listas para acoger las nuevas obras. Como la que ocupará el astillero con la fabricación de 29 jackets, las estructuras metálicas sobre las que se asentarán los aerogeneradores de un parque eólico marino de Iberdrola en Alemania. Los jackets tienen 67 metros de altura -equivalentes a un edificio de 24 pisos- y tendrán 700 toneladas de peso. Se espera la llegada inmediata del primer lote de acero -que primero se estibará y clasificará en el parque de laminados-, con el que arrancará la construcción de estos componentes, en la segunda quincena de mayo.

A partir de entonces será cuando la actividad se extienda por la factoría, ya que se pondrá en marcha toda la cadena productiva, en la que se emplearán, en los momentos álgidos de actividad, medio millar de personas. Talleres, cabinas de pintado, muelles y explanadas y una de las dos gradas, además de las instalaciones de la antigua Imenosa, retomarán sus antiguos procesos, aunque harán falta aún más contratos para saturar las instalaciones.

La obra de Wikinger moverá también el emblema de la antigua Astano, su gigantesca grúa pórtico, con capacidad para transportar hasta 800 toneladas de peso. Es un contrato que ilusiona mucho al equipo del astillero, que está volcado ya en la ingeniería y en la fase de compras. «Queremos que genere mucho empleo exterior, en empresas de la zona», afirma Raúl Rico, jefe del programa, quien presume de que hay pocos astilleros en Europa con las capacidades que tiene Fene. Las mismas que Navantia quiere volver a exprimir.