a es oficial. El 2020 es el horizonte para que, al fin, el puerto exterior de Ferrol disponga de enlace por ferrocarril. Lo que viene siendo dentro de casi seis años. Plis, plas. Y, tal y como están las cosas, de confirmarse habría que darse con un canto en los dientes. Todo sea dicho.
El convoy a Caneliñas no ha podido pasar, de momento, de un ideario. Como mucho, de un proyecto en elaboración sobre el papel. Esa es su realidad. Ha servido, eso sí, como arma arrojadiza entre unos y otros -PP y PSOE fundamentalmente- para, como en tantas otras cosas, acusarse del desinterés del Gobierno central por Ferrol. Los argumentos y las razones son siempre las mismas. Solo cambia quién las esgrime en función de las siglas que ocupan el poder en Madrid. Nada más.
Pero frente al bla, bla, bla los hechos (¡maldita sea!) son tozudos. En este ejercicio, en este 2015, ya se contaba con tren al puerto exterior. Pues contar, contar, habrá que contar con los dedos. Visto lo visto. Con lo del 2020, tres cuartos de lo mismo. No vaya a a ser que, por elevación, acabemos en el 2027 o, para redondear, en el 2030. Cosas más raras se han dado. Oye...
Y, mientras, a verlas venir. A mirar como el desarrollo ferroviario hace mastodónticos puertos y economías mediterráneas. Como Caneliñas pierde oportunidades de negocio por falta de esa pieza. Pero ahora tenemos ahí el 2020. Algo con ¿peso? para competir en el salvaje mercado logístico internacional. Vamos lanzados. Como el tren. Ojo con la frenada. ¿Recuerdan el AVE? También tenía fecha...
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