El biodiésel suma otro gran fracaso

Andrés Vellón Graña
andrés vellón FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

Inauguración de la planta de biodiésel de Infinita en el puerto de Ferrol
Inauguración de la planta de biodiésel de Infinita en el puerto de Ferrol José Pardo

La planta de Caneliñas, de nuevo en crisis, acumula cinco años sin producir

11 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La plantilla de la factoría de Infinita Renovables en el puerto exterior -ahora en manos de Musim Mas y el grupo Masol Iberia- vuelve hoy a protestar en la calle. Esta vez será ante la sede de la Xunta y para censurar la amenaza de un nuevo expediente de regulación de empleo. El tercero desde el inicio de su actividad. Son las consecuencias de un nuevo fracaso del mercado del biodiésel en Ferrol.

¿Cuándo arrancó la actividad?

La planta fue inaugurada en junio del 2009. Absorbió una inversión de ochenta millones de euros y se puso como ejemplo de la colaboración entre sector privado y administraciones públicas.

¿Cuáles eran las perspectivas para el área?

Ferrolterra estaba llamada a convertirse en uno de los principales puntos de producción de biodiésel en España. En un corto plazo de tiempo entraron en servicio en el puerto exterior Entabán y la factoría de Infinita. También se construyó otra para el mismo fin en Río do Pozo.

¿Cómo se han saldado?

Con un fiasco tras otro. Entabán entró en quiebra y su actividad desapareció, estando ahora su nave en manos de la Autoridad Portuaria Ferrol-San Cibrao. El complejo de Río do Pozo ni siquiera llegó a abrir sus puertas. Solo Infinita, con muchas dificultades, mantenía vivo un sector que se ponía como ejemplo de la incipiente reindustrialización de la zona.

¿Qué ha sucedido?

Que desde junio del 2009 hasta la actualidad -hace más de cinco años- ese complejo no ha producido. Y si lo ha hecho, ha sido de forma meramente testimonial. El objetivo era generar 300.000 toneladas de biodiésel por ejercicio. Objetivo que, obviamente, nunca se ha logrado.

¿Cuáles fueron las causas?

Desde Infinita siempre se apeló a la competencia desleal de terceros países, primero, y a la tardanza del Gobierno a la hora de asignar cuota de producción. Resueltos estos problemas, al menos sobre el papel, se cambió de escenario y se dio paso a una operación con la que no se contaba y en la que entraron nuevas firmas.

¿Cuándo cedió Infinita la explotación de la planta?

Fue en el consejo de administración de la Autoridad Portuaria Ferrol-San Cibrao del 26 de febrero del 2014. Hace menos de un año. Esta cesión se produjo a favor del grupo Masol Iberia Biofuels que, a su vez, pertenece al gigante indonesio Musim Mas. Desde Infinita se apuntó que se había alcanzado una «alianza estratégica» para desarrollar el negocio del biodiésel en España. «Con esta operación, Infinita Renovables refuerza su posición competitiva y garantiza el futuro de las plantas instaladas en España», incluida la de Ferrol. Así se señaló desde la compañía.

¿Cuál es el horizonte?

La plantilla se opone a un expediente regulador que la firma basa en dificultades productivas y de lejanía de mercados y materias primas. La medida laboral, si no hay marcha atrás, comenzará el 1 de marzo.