María José Conde Torrado, directora de la Escola Oficial de Idiomas de Ferrol, nació en Catoira. No muy lejos de las legendarias fortificaciones que ya los romanos mencionan como Torres Augusti, y que fueron reconstruidas en tiempos del arzobispo Gelmírez, que además las dotó de una capilla que todavía se conserva, consagrada al Apóstol Santiago.
(Las torres junto a las que se celebra la Romería Viquinga, vaya, para entendernos antes...).
El mar junto al que creció, como ella misma comenta, es «moi distinto do mar de Ferrol». Pero cuando conoció por fin la ciudad quedó profunda -y gratamente, por cierto- sorprendida: «A imaxe que eu tiña de Ferrol -cuenta María José- era bastante negativa. E iso porque os ferroláns tenden a transmitir unha visión pouco positiva da súa cidade. Pero cando vin traballar aquí comprobei que Ferrol é unha cidade chea de posibilidades, e ademais unha cidade moi bonita, que ten arredor dela unhas paisaxes incribles». A María José, que vive en Narón, le gusta especialmente el barrio ferrolano de A Magdalena. Le gustan sus líneas rectas, trazadas por los ingenieros del siglo de las Luces. Y también su arquitectura. No solo las galerías, sino muy especialmente el modernismo de Ucha.