«Eu á seca non vou por hobbie»

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

FERROL CIUDAD

Una mariscadora se endereza: trabajan a mano, doblando la espalda, para unos ingresos mínimos.
Una mariscadora se endereza: trabajan a mano, doblando la espalda, para unos ingresos mínimos. m. irago< / span>

Una fuerte caída de sus ingresos lleva a las mariscadoras de Vilanova a pensar cómo subir los precios y a plantearse si su actividad es viable

07 sep 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Cada vez son más las mariscadoras vilanovesas a las que no les salen las cuentas. En su flamante lonja nueva, los precios del marisco se han desplomado, y ni siquiera la almeja babosa consigue alcanzar unas cotizaciones dignas. Así que los ingresos no hacen más que encogerse y achicarse, pero el pago del seguro sigue ahí, inamovible. «180,70 ao mes», nos cuenta una mujer al pie de O Esteiro, donde ayer tocaba faena a mediodía. «Se gañas 400 euros e lle descontas iso... Xa me dirás quen pode vivir así», apunta otra. Se llama Inés, y lo tiene muy claro: «Eu son a primeira que o digo, o día que non me dea para pagar o seguro deixo de ir á seca. Eu non veño aquí por hobbie».

Y es que hay mujeres, apuntan, que en secas mal dadas han tenido que «pedirlle cartos ao home para pagar a Seguridade Social». Y otras que, por no abonar lo que le debían a la caja de todos, se las están viendo con problemas mayores, embargos incluidos. La culpa, dicen, no se le puede echar a que no pongan empeño en su trabajo. «Últimamente trabajamos más días de los habituales para intentar ganar algo», relata Bárbara. Pero la cantidad no ha logrado amortiguar el descenso de ingresos ocasionado por los bajos precios, y el horizonte pinta cada vez más negro. «Deixa que veña o mes que entra... ¡Vai ser boa!», exclama otra mujer.

Dora Nogueira, la presidenta de la agrupación de a pie, es consciente del estado de ánimo del grupo al que representa. «Os prezos son tan malos que hasta andamos todos de mala leche», sentencia. Y hay mujeres que están pensando en dejar de bajar a la ribeira porque «isto así non é viable». Antes de que eso ocurra, las mariscadoras están barajando fórmulas para intentar hacer remontar los precios. «Estamos pensando en baixar os topes de todo, e sobre todo en deixar de coller babosa, porque os prezos que ten son de risa», explica.

Luego, en O Esteiro, las mujeres comentan esta posibilidad. «Ten todo o sentido. ¿Para que a imos apañar? Estamos quitando marisco do mar, arruinando o noso, total para nada», explican. Y es que hay días en los que la jornada de trabajo deja en caja «doce, quince euros». Una cantidad que «non compensa, nin con fillos nin sen eles».