El padre de una chica con síndrome de Down denuncia la demora en renovarle la discapacidad

J. M. Sande MUROS / LA VOZ

FERROL CIUDAD

La afectada dejó de percibir la ayuda y la dilación también perjudicó a su hermana

09 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El padre de una chica de Esteiro con síndrome de Down, Mónica, afirma mostrarse impotente y no oculta su indignación porque, desde el 14 de septiembre -al día siguiente de que la joven cumpliese los 18 años- aguarda la llamada de la sección de Cualificación y Valoración de Discapacidades de A Coruña para que le renueven a su hija el reconocimiento del grado de discapacidad.

El progenitor, Domingo Manuel Duarte indica que cuando llamó para interesarse por las causas de la demora le explicaron que hay poco personal porque no se cubren las bajas y que el retraso en la revisión de las valoraciones es de cinco meses.

Domingo Manuel Duarte, marinero de artes menores, señala que, debido a la tardanza, su familia se enfrenta a importantes problemas económicos. Mónica ha dejado de percibir la ayuda y su hermana, que cursa un posgrado de enfermería, también se ha visto perjudicada.

Becas y familia numerosa

Por la afección que sufre Mónica tienen reconocido el grado de familia numerosa, con las ventajas que esto conlleva en algunos aspectos. Sin embargo, no han podido renovarlo porque no se ha revisado el caso de la joven y, de igual manera, su hermana se ha quedado este curso sin la beca de estudios, dado que no pudo acreditar dos aspectos que suman un buen número de puntos: tener un familiar directo con diversidad funcional y ser familia numerosa.

Domingo Duarte denuncia la situación y subraya: «Non ten sentido que porque haxa un funcionario de baixa teñamos que afrontar uns problemas aos que somos alleos e que, no nosa situación, conleva dificultades económicas que, nalgún caso, agora xa non teñen remedio. Un simple trámite burocrático coma este non debera condicionar a vida de ninguén, e menos por unha desculpa tan simple coma unha baixa laboral».

Además del síndrome de Down, la joven padece una cardiopatía congénita y esclerosis múltiple. Pese a estas afecciones, sus padres procuran que alcance el mayor grado posible de integración en la sociedad. Así, Mónica está matriculada en tercero de ESO en el instituto As Insuas de Muros y uno de sus propósitos es dedicarse al cuidado de niños.

Hasta que cumplió los 18 años, la renovación de su grado de minusvalía se registraba de forma automática. Sin embargo, al alcanzar la mayoría de edad, los progenitores tienen que solicitar una nueva valoración, como así hicieron. Esta consiste en comprobar la documentación y en que un médico verifique el diagnóstico que le acredita para recibir la ayuda..