josé luis raposo y álvaro cuesta en un hostal
Este es el primer curso académico que el coruñés José Luis Raposo pasa en Ferrol y, a la hora de elegir alojamiento, no se lo pensó dos veces y optó por el Hospedaxe da Madalena. «Lo hice sobre todo porque me gustó la ubicación y también por la comodidad, porque aquí no tienes que preocuparte por hacer la comida, ni por limpiar», comenta este estudiante de Ingeniería Mecánica en la Politécnica de Esteiro.
Además, José Luis ya sabe lo que es compartir piso con otros estudiantes y asegura que, en su caso, las experiencias no fueron buenas. «Estoy estudiando una carrera que es bastante dura y que requiere bastante esfuerzo y en un piso siempre es más fácil que se monte alguna fiesta o que los compañeros te líen para salir», advierte el estudiante.
Aunque en el Hospedaxe da Madalena no tiene restaurante, el establecimiento incluye comida y cena en las ofertas que tiene para los universitarios. Las comidas se sirven en una tasca cercana, el Mesón da Madalena, y para los desayunos y meriendas, el hostal dispone de una sala con sadwichera, microondas y nevera. «El no tener que cocinar ni limpiar cada día resulta muy cómodo y, además, aquí el trato es muy familiar», dice Álvaro Cuesta, un alumno de segundo curso de Podología que también vive en el Hospedaxe da Madalena.
Además de la comodidad, tanto Álvaro como José Luis destacan la «libertad» que les ofrece su alojamiento, ya que pueden entrar y salir a su antojo, sin que nadie les controle la hora a la que llegan por las noches. «Tiene todas las ventajas de un piso y ninguna de sus desventajas, ya que te lo dan todo hecho», apunta Álvaro. Además, el hecho de ser un establecimiento con pocas habitaciones propicia que la convivencia sea muy familiar. «Aquí estamos como en casa», concluye José Luis Raposo.