Una familia con vocación sanitaria

TEXTO Antía Urgorri FOTO César Toimil FERROL |

FERROL CIUDAD

A sus 51 años, Marisol termina este mes Enfermería, profesión que ya ejerce su hija de 30. Ambas tienen claro que era esta la rama en la que querían trabajar

14 jun 2010 . Actualizado a las 15:27 h.

En la historia que hoy nos ocupa, no está claro quien es el palo o quien la astilla, aunque tanto Marisol García Ferreño, de 51 años, como su hija Paula Pita García, de 30, tienen claro que en la rama sanitaria está su vocación.

La primera se convertirá a finales de este mes en diplomada en la carrera universitaria de Enfermería después de tres años en los que se las tuvo que ingeniar para compatibilizar su trabajo en el Centro de Atención a Minusválidos Físicos (CAMF) de Ferrol con las clases en el Campus. «Fue bastante complicado pero me ayudaron mucho mis compañeras de trabajo con el cambio de los turnos y mis hijas, sobre todo, con la informática», comenta Marisol.

Ahora termina ella la carrera que cursó su hija mayor hace unos años. Paula primero estudió Podología y luego completó Enfermería en el 2005. En la actualidad ejerce como matrona en el hospital de O Salnés, en Vilagarcía de Arousa.

Ella mejor que nadie podía aconsejar a su madre sobre el paso que iba a dar a la hora de matricularse en la Universidade de A Coruña. «Ya llevaba tiempo queriendo hacer Enfermería, yo le dije que adelante, que le ayudaría en todo, aunque el mérito es todo suyo», dice Paula.

Efectivamente, Marisol confiesa que estudiar esta carrera era una espinita que tenía clavada, incluso con 16 años intentó matricularse «pero no entré». Las hijas -Paula y Lidia, la pequeña empieza su residencia como médico en la UCI del Juan Canalejo, lo que evidencia aún más la vocación sanitaria de esta familia- vinieron luego, y con 30 años estudió Auxiliar de enfermería y Técnico de laboratorio.

Sin embargo, es ahora «que tengo más tiempo libre» cuando decidió sacarse esa espinita tanto, dice, «por satisfacción personal como para mejorar en el trabajo».

El hecho de acudir a clase con compañeras de veintipocos «te rejuvenece», afirma, y añade que «es muy gratificante». La familia, apunta Paula, «está encantada» con incorporar un nuevo universitario a la familia «y más con el esfuerzo que ha hecho».

Paula decidió especializarse en matrona porque «me gusta el mundo de la maternidad, trabajar con las madres, estar en el momento más importante de la vida de una mujer». Al igual que dijo su madre unas líneas arriba, «es muy gratificante, pero tienes mucha responsabilidad».

Cuando acabó el instituto dudó entre varias titulaciones, pero todas ellas relacionadas con la rama sanitaria. Aunque deja claro que, después de concluir Podología, en «Enfermería descubrí mi vocación».

Si el palo es Paula o Marisol la astilla o viceversa, deja de ser relevante cuando se trata de una familia con clara vocación sanitaria.