La feria Outlet de Ferrol está funcionando como pocas. Así lo aseguraba ayer Esperanza Piñeiro, de la empresa organizadora Mostra Nos que dice no entender por qué se ha montado la polémica con la asociación de comerciantes locales. «Nunca nos había pasado esto. Es una polémica relativa, porque hay expositores de aquí y están encantados», aseguró.
Entre ellos, se encuentra Paula Ramos, responsable de la lencería que lleva su nombre. «Ayer [por el viernes] hemos tenido que ir al almacén a buscar más estocaje, cuando creímos que nos llegaría para todo el fin de semana», aseguró. Considera que es una buena oportunidad para el comercio local de dar salida a los excedentes de otras temporadas. Y tiene claro que la polémica y la publicidad han influido, incluso de forma más acusada que la crisis en el éxito de público. Tanto ella como María Luz Pérez, de la firma de moda Kala, echan de menos mayor participación del comercio local. Al público, ajeno al rechazo del Centro Comercial Aberto A Magdalena a esta cita, solo le importa examinar la mercancía a la venta, proceda del lugar que sea. «Para una cosa diferente que organizan hay que venir», decía una de las visitantes.
Valoración popular
Y una vez acabada la ruta por los cerca de cuarenta expositores, la valoración. «No me gustó, primero porque cobran la entrada. Si vas a los comercios los encuentras igual. Y además no hay tallas. Hay mucho pero no hay de nada», decía la fenesa Dina Iglesias. El contrapunto lo ponía Beatriz López, de Narón, cargada de bolsas a media mañana y acompañada por su hijo. «Claro que venimos por la crisis. En el comercio no se puede comprar todo esto. Yo por lo menos no». Son solo dos de varios millares de opiniones.