La ciudad reduce de nuevo su consumo anual de líquido

La Voz

FERROL CIUDAD

21 mar 2007 . Actualizado a las 06:00 h.

G.V. Los ferrolanos se han concienciado de que consumir agua no se puede hacer a cualquier precio. En los últimos dos años, la empresa Emafesa ha comprobado como, mes a mes, el gasto de este servicio ha ido menguando de forma lenta, pero progresiva, a la vez que se iba aumentando el número de abonados de que dispone la empresa (hoy se superan los 36.000 inscritos). Los datos del último ejercicio dan fe de esa idea: en el 2006, los ciudadanos de Ferrol consumieron 5,5 millones de metros cúbicos, esto es, unos 150 metros cúbicos al año por abonado -hogar- inscrito. Doce meses antes fue de unos 157 metros cúbicos (157.000 litros anuales en domicilios). Aunque en la ciudad naval la sequía se mira con cierta distancia, los ciudadanos ya han comenzado a ver los problemas que puede ocasionar el consumo desproporcionado e irresponsable. En el 2006 se puso así un freno a esa contención en el consumo que también se había detectado ya en el año precedente. Porque aquel año el descenso, en comparación con el 2004, fue netamente superior, en torno a un 5,6% menos de agua servida por parte de Emafesa desde el embalse de As Forcadas (Valdoviño), un pantano que, por otra parte, se ha mantenido siempre en niveles más que aceptables pese a las restricciones en las lluvias en los últimos dos veranos, especialmente. Hoy se encuentra al 99% de su capacidad, según los datos de la Consellería de Medio Ambiente. En el resto de la ría, ayuntamientos a los que Emafesa suministra también agua, los valores de consumo se han mantenido de un año a otro. Esa moderación en el consumo también ha tenido que ver con la puesta en marcha, en el último trimestre del 2006, de un nuevo sistema de cobro por consumo real, aprobado sin alegaciones en contra, y que permite que los ciudadanos que menos agua consumen paguen en consonancia, sin un gasto mínimo como existía hasta la fecha. Se anticipa Ferrol así a muchas ciudades gallegas. Menos agua tratada La formalización de esa contención en el gasto tiene como resultado algo mucho menos visible para los ciudadanos pero esencial para que a los grifos de la ciudad llegue el agua sin incidencias. Se trata de la estación de tratamiento de aguas pluviales (ETAP) de Catabois, adonde llega el líquido procedente del embalse de As Forcadas. Si en esa etapa la estación ha funcionar al 100%, en caso de tener que suministrar más agua el sistema se bloquearía. Como se sirve menos, hay más margen de maniobra. Un dato sirve para atestiguar esa situación: en el 2006 se trató un 4,8% menos de volumen de agua en esa planta, mejorando, a su vez, los procesos de tratamiento y la captación de líquido.