Juana M.ª Domínguez, directora de Cáritas en Fene: «Atendemos a treinta familias y cada semana llega alguna más»

ANA F. CUBA FENE / LA VOZ

FENE

JOSE PARDO

Pide colaboración para poder atender la creciente demanda de ayuda que recibe

01 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

«Están los tiempos muy complicados, pero mi lema es ‘siempre adelante'», señala Juana María Domínguez (Fene, 1956), directora, desde hace unos seis años, de Cáritas en Fene, que agrupa las parroquias de Sillobre, San Valentín y Perlío. Hija y sobrina de dos de las fundadoras de la organización, hace más de 30 años, pelea para conseguir donativos y poder responder a toda la demanda: «Atendemos a unas 30 familias, y cada semana nos están llegando una o dos nuevas pidiéndonos ayuda». Agradece el apoyo «de tanta gente», pero reconoce que «hace falta más» para cubrir todas las necesidades. Los días 16 y 17 estarán en el supermercado Eroski Center de Fene.

—¿Tan difíciles están las cosas?

—Nunca había visto esta situación, un momento tan complicado. Cáritas vive, sobre todo, de los socios, de los donativos y de las colectas de las iglesias. La gente mayor es la que más coopera, pero se va muriendo, y ahora somos pocos socios y atendemos a treinta familias, sin ninguna subvención. Antes, con el anterior alcalde, teníamos una del Concello, pero nos la ha quitado, no cumplimos los requisitos que tienen en las bases. Hay que trabajar, arañar de donde sea...

—¿Quiénes piden ayuda?

—La mayoría es gente joven. Hay familias de una sola persona y otras con tres hijos. Fene siempre ha vivido de Astano y los mayores tienen buenas pensiones, pero la gente joven está viviendo del retiro de los abuelos. Reciben subsidios, el ingreso mínimo vital, la risga... pero muchos no tienen vivienda en propiedad.

—¿Cómo se gestionan?

—En el local tenemos los productos no perecederos, pero no disponemos de cámaras frigoríficas. Tenemos un convenio con el Eroski Center de aquí. Cada familia cuenta con una tarjeta y se la recargamos cada semana con una cantidad de dinero, en función de cuántos miembros son, para que puedan comprar allí productos frescos, algo de pescado, carne, yogures... poco porque no tenemos más. Aun así, la factura mensual no baja de los dos mil euros. Por eso nos volvemos locos, gracias que tenemos unos socios muy caritativos, gente que da muchísimo dinero... si no no podríamos pagar. A final de año, Eroski nos hace una bonificación del 6 % de todo lo que se gastó [en las tarjetas] para comprar productos. En la campaña de Navidad recibimos mucho, pero en febrero a lo mejor ya necesitamos comprar más.

—¿Cómo se puede colaborar?

—Los días 16 y 17 estaremos en Eroski de manera presencial, con unos carritos, pero el banco de alimentos ha alargado mucho la gran recogida y la gente ya se cansa de dar. También recibimos donativos en el local (alimentos o dinero para comprar lo que más hace falta) o en la cuenta corriente de Abanca (el número se puede consultar en Cáritas Parroquial Fene, en Facebook).

—¿Qué es lo que más urgente?

—Alimentos no perecederos de todo tipo, pañales no porque ya no tenemos niños en esa edad... y ayuda económica para que las familias puedan comprar productos frescos en el supermercado.

—Conocen a cada familia...

—Sí, conocemos todas las circunstancias, incluso lo que van a llevar cada semana (reparten los lunes de cinco a siete de la tarde, en el local). Les pedimos que traigan una lista de lo que han llevado la anterior para ir alternando, arroz, pasta, lentejas...

—El trabajo será mayor ahora.

—Somos todos voluntarios, el secretario se vuelca... Hasta la víspera de Nochebuena yo no paro... pero no es solo el plato de Navidad, es el de todos los días.