La portavoz defiende que el centro sea referencia en el sector en la empresa
07 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.El astillero de Fene es uno de los principales productores europeos de cimentaciones para parques eólicos marinos, un mercado en el que se adentró, en alianza con la empresa asturiana Windar Renovables, a través de un contrato con Iberdrola. Es la misma eléctrica que acaba de anunciar un acuerdo para encargar a Navantia Fene hasta 130 sujeciones del tipo monopile, entre los años 2023 y 2025. Adela López, la presidenta del comité de empresa, reivindica el potencial del astillero como generador de empleo en la comarca.
—¿Cómo valoran este acuerdo de fabricación de monopiles, que hace unos meses les despertó recelos?
—Tal y como está planteado, no va a impedir otros proyectos en el astillero, por lo que nosotros lo valoramos positivamente. Se van a realizar inversiones en la factoría, que es otra de las demandas que estábamos planteando. Será una obra importante, con la adaptación del taller y nuevas cabinas de pintura.
—Temían que el encargo convirtiese a la factoría en un simple almacén.
—La fabricación de monopiles no impedirá que se puedan acometer otro tipo de proyectos durante el tiempo que se hagan.
—La factoría suma así una nueva línea de negocio.
—Consideramos que nuestro futuro es la eólica marina, y todos los proyectos, tanto las jackets como las estructuras flotantes, se están abordando con éxito. Ahí están los números que demuestran la rentabilidad, y por eso nosotros creemos que Fene debe ser el centro de referencia para la eólica marina en Navantia.
—¿Cuáles son las principales demandas que plantean en relación con este mercado?
—Defendemos que tenemos que hacer proyectos completos, consideramos que hay que hacer esa apuesta. El mercado es inmenso, Navantia Fene no debe ponerse ninguna cortapisa en la eólica marina.
—El astillero es ya un referente mundial en la construcción de estructuras flotantes.
—Tenemos ya un papel logrado, y el caso es que tanto en Europa como a nivel mundial se está realizando una apuesta por la eólica marina. También en Galicia se apoya el sector.
—Con el astillero de Ferrol pasando por un bache en la ocupación hasta que arranque la construcción de las F-110, la planta de Perlío está amortiguando la destrucción de empleo en las compañías auxiliares. ¿Cuántos trabajadores ocupa actualmente?
—A diario están entrando unas 600 personas, aunque nosotros siempre aspiramos a más. Navantia es muy importante para el empleo, y ahora que Ferrol va a tener ese parón, Fene tiene que seguir empujando.
—Lleva casi siete años en el mercado de la eólica «off-shore» y apenas ha experimentado parón alguno.
—Ninguno. Se han solapado los proyectos, y si alguna vez terminábamos una obra, ya sabíamos que pronto tendríamos otra para empezar, y eso es importante. Con una producción en cadena, aunque tengas un parón, te da una gran tranquilidad.
—El balance es positivo, ¿entonces?
—Tanto en los plazos como en el rendimiento económico, nuestros resultados son buenos. Si por algo nos caracterizamos, es por saber resurgir y por reinventarnos. Ya tenemos un nombre importante en el sector.