El cambio de gobierno en Mugardos y Fene marcan el primer año de mandato

Ana F. Cuba FERROL

FENE

JOSÉ PARDO

El covid-19 condiciona la gestión y los concellos trabajan para reactivar la economía

14 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El cambio de gobierno en Mugardos y Fene, en ambos casos a través de mociones de censura, marca el primer año de mandato de las corporaciones locales de la comarca, al menos en el plano político. En el ámbito socioeconómico, la pandemia del covid-19 truncó el rumbo de los últimos meses, alterando las prioridades de las administraciones locales y condicionando su gestión, a corto y a medio plazo. Los concellos, al margen de las siglas, se han volcado para tratar de paliar el impacto de la crisis, en especial para los autónomos, las pequeñas y medianas empresas y las familias más vulnerables.

El 10 de diciembre, el popular Juan Domingo de Deus recuperó el bastón de mando en Mugardos, gracias a la moción de censura que promovieron el PP y el PSOE para desbancar a EU. La regidora, Pilar Díaz, se adelantó y presentó su renuncia al cargo antes del pleno. «Ha sido un desembarco difícil, por la cantidad de cuestiones pendientes, estuvimos regularizando el desfase en el pago a proveedores, se les debía 1,7 millones en facturas pendientes. El dinero estaba, lo raro es que no se pagara y se vulneraran los procedimientos [...]. Estamos normalizando el Ayuntamiento», sintetiza el regidor.

Su predecesora divide el año «en dúas etapas, as dúas marcadas polo PSOE, na primeira cunha posición de constante bloqueo [tras el acuerdo de gobierno alcanzado con su formación, EU] e a segunda, como sostén do executivo, nunha posición totalmente subalterna, e sen acadar ningún dos obxectivos marcados». Díaz culpa al PSOE «da parálise» del Concello, y José Ángel Martínez, exportavoz socialista (expulsado del partido), justifica la moción de censura «por el total descontrol que había en el Concello», y ve en el actual alcalde «una actitud muy distinta a la de Díaz, dialogante, positiva y con intención de llegar a acuerdos».

El PSOE también fue decisivo para el giro político de Fene, al impulsar, con EU y BNG, la moción de censura que el 7 de febrero devolvió al nacionalista Juventino Trigo el poder que le había arrebatado el popular Gumersindo Galego, dos años antes, por la misma vía. La condena al regidor del PP por conducir triplicando la tasa de alcohol en sangre y el hecho de que se diera de baja del partido, pero no dimitiera, precipitó el desenlace. Con la perspectiva que dan cuatro meses, Trigo critica «o oscurantismo e as facturas, por un millón de euros, que deixaron pendentes»; y destaca, como logros, el abono de las deudas a los proveedores -«agora pagamos en prazo»-, o los avances en materia de empleo y en licitación de obras.

Galego se defiende, tilda de «bulo y falsedad» la deuda que le achacan y esgrime el informe de Intervención, «con un superávit de 1,2 millones y un remanente de tesorería de 2,9, de 2019». Advierte de la «total inactividad» y de «acciones que enfrentan a los vecinos» y ve «un intento de dinamitar al grupo socialista» tras la moción de censura. La portavoz del PSOE, Mar Piñeiro, está contenta: «Apostamos por darle un cambio a Fene, apoyamos la moción para favorecer la calidad de vida de los ciudadanos».

CESAR TOIMIL

Mato: «Fomos o primeiro concello de Galicia en volume de licitación de obra pública»

 

 

El alcalde de Ferrol, Ángel Mato, hace balance de su primer año como regidor, en el que ha gobernado en minoría, con ocho concejales de los 25: «Nestes primeiros 12 meses o goberno local sentou as bases para abordar os próximos anos con solvencia».

Entre los retos logrados en este primer ejercicio, el alcalde ferrolano destaca que «retomáronse e fortalecéronse as relacións institucionais a todos os niveis, incluídas, por suposto, co resto de Administracións para antepoñer os intereses da cidade ao debate político. Atendéronse cuestións urxentes que estaban pendentes e así a Xunta puido comezar a ampliación do hospital, do mesmo xeito que están en marcha o saneamento da Malata ou as rehabilitacións en Ferrol Vello, ou xa se firmaron as actas de expropiación para as beirarrúas de Serantes, unha reivindicación histórica que estamos levando a cabo da man da Deputación. Tamén se abordou o pago ao Consorcio Galego de Servizos de Igualdade e Benestar, ao que se lle adebedaba máis de medio millón de euros».

En el plano interno, Mato enumera otros logros: «sacáronse adiante dúas ofertas públicas de emprego. Incorporouse un técnico de cultura, policías, proximamente bombeiros... Tamén noutros servizos. E, por outra banda, estrutural e organizativamente, abordáronse cuestións que terán o seu reflexo ao longo dos próximos meses. Por exemplo, na primeira parte deste ano fomos o primeiro concello de Galicia en canto a volume de licitación de obra pública. E estamos no camiño de normalizar servizos públicos moi importantes para a cidade, coma auga, limpeza e parques e xardíns, entre outros».

Sin duda, el tramo final de este primer año ha estado marcado por la gestión de la crisis sanitaria: «os servizos municipais foron capaces de dar resposta ás novas necesidades que foron xurdindo, tanto en colaboración con outras administracións como con medios propios. Todos eles estiveron a disposición para facer fronte á situación de emerxencia».

JOSE PARDO

La alcaldesa de Narón destaca «o carácter social» de la actividad municipal de los últimos 12 meses

 

 

«Foi un ano cun marcado carácter social, centrados en garantir a atención ás necesidades veciñais e fomentando a igualdade entre os colectivos», resume Marián Ferreiro. La alcaldesa de Narón, de TEGA, que gobierna en coalición con el PSOE, constata «o atípico dos últimos meses, debido á crise do covid-19». «Os veciños foron a prioridade, centrámonos en traballar a prol dos diferentes colectivos, tratando de ofrecer as máximas garantías de seguridade e sanitarias, e os servizos básicos», remarca.

De la actuaciones más relevantes de este primer año del mandato, Ferreiro destaca que el Concello «está a piques de contratar o servizo de recollida de residuos sólidos urbanos e limpeza viable, con novidades e melloras»; la subvención de 226.636 euros, de fondos europeos, conseguida para mejorar el alumbrado público (la inversión total asciende a 283.000); o los «avances» en la humanización de la ciudad, «cun investimento que anda arredor dos 300.000 euros nas Vivendas da Mariña, que se suma a outro duns 500.000 da primeira fase».

La regidora naronesa apunta, además, las obras en la red de saneamiento y abastecimiento de agua, «por máis de 500.000 euros», más los 2,6 millones que prevé invertir la empresa Cosma hasta 2023. Y el inicio de las obras del campo de fútbol de hierba artificial de Río Seco, por 500.000 euros, o la próxima construcción del campo de tiro con arco de Río do Pozo, por 80.000.

La oposición alerta de la «inacción» en Ortigueira y Muras se defiende

 

 

Las elecciones municipales de 2019 dejaron un mapa plagado de mayorías absolutas en la comarca, diez del PSOE, dos del PP y dos del BNG. Ferrol, Mugardos y Ortigueira, con ejecutivos en minoría; Narón, con un bipartito; y Cabanas y Fene, con tripartitos, son las excepciones. La mayor inestabilidad se ha percibido en el Concello ortegano. En el balance, el alcalde, el socialista Juan Penabad Muras, se agarra a las cifras: «Executáronse obras pendentes do mandato anterior por case 1,4 millóns [...]. A Deputación financia a mellora da estrada de Picón, por 737.929, máis 203.312 de expropiacións; e Augas contratará o saneamento do Baleo, por 348.945». Esgrime, además, la «eficaz» gestión de la crisis que originó el covid-19.

Valentín Calvín (PP) critica la deuda, «más de cuatro millones, con administraciones y proveedores», y la falta de presupuesto, prorrogado desde 2017; denuncia «el abandono» de la piscina, la biblioteca o los centros sociales, y la devolución de 5.000 horas de ayuda a dependencia a la Xunta, con 120 personas en lista de espera; y llama «a la responsabilidad de los otros grupos para llevar a cabo una moción de censura y terminar con esta agonía». Isabel Rego (Centristas) habla de «desgobierno» y «crónica de una muerte anunciada», y cree que Muras «debería renunciar al cargo». Ana Franco (P. Orti) reprocha «la inacción del gobierno y el trabajo de desgaste y enfrentamiento del PP». Ve «un año perdido», con siete mociones aprobadas y ninguna ejecutada.