Boicot a los plásticos en un colegio fenés

J. CORRAL FENE / LA VOZ

FENE

CESAR TOIMIL

El Jorge Juan de Perlío se marca el reto de erradicar totalmente de las instalaciones educativas el uso de este material de las meriendas del alumnado

14 oct 2019 . Actualizado a las 13:02 h.

Y tú, ¿cuántos residuos generas en una semana? Una enorme red pende del patio del Jorge Juan de Perlío, en Fene. Un receptáculo que se va llenando con los envoltorios y briks que, a diario, usan el conjunto de los cerca de 600 alumnos y los profesores del centro. Es el arranque de la iniciativa «Plásticos 0 %» que aspira a transformar de forma radical los hábitos de consumo en el centro educativo y, en paralelo, promocionar entre los escolares una alimentación más saludable.

La iniciativa medioambiental llega tras una experiencia piloto impulsada hace ya tres años, en la que, según se demostró, en solo una semana la comunidad educativa generaba el plástico suficiente para cubrir una superficie aproximada 1.000 metros cuadrados. Es decir, siete días bastaban para cubrir todo el patio de recreo.

Explica Emilio Vilariño, coordinador del programa desarrollado desde la biblioteca escolar, que durante la última semana distintos grupos de alumnos se ocuparon de ir recogiendo aula a aula los residuos generados por los estudiantes. Plásticos que se introdujeron en la red.

Y mañana mismo se descubrirán los resultados de «Enreda o lixo», primera actividad de un trimestre que se dedicará íntegramente a desarrollar tareas de concienciación para que los chavales se comprometan con este reto medioambiental. «Veremos o resultado, analizaremos o problema e, xunto con alumnos, trataremos de atopar posibles camiños para, na medida enque poidamos, reducir os refugallos», señala.

Será el punto de partida del proyecto que aspira a modificar el sistema de gestión de los residuos en el centro, con los niños como protagonistas de este cambio. Así, la idea es mantener a los «equipos de limpieza», ocupándose los propios alumnos de retirar los residuos de las aulas, tanto los plásticos como los restos orgánicos, con los que se fabricará compost.

Adiós a la bollería industrial

En esta línea, tal y como explica Vilariño, se actuará especialmente en las meriendas, intentando desterrar la bollería industrial, con los beneficios que ello reportará para la salud y, de paso, contribuir al objetivo de eliminar la totalidad del plástico en la escuela. Un reto en el que las aulas competirán entre sí.

Con anterioridad, la escuela pretende desarrollar acciones divulgativas acerca de cómo se gestionan los residuos a nivel municipal y autonómico -visitarán la planta de Sogama-, conocer el problema del plástico en el planeta, gracias a la promoción de un ciclo de cortos, descubrir la presencia de microplásticos en las playas -finalidad de la ruta realizada entre la laguna de A Frouxeira y el arenal de Pantín- o ver las posibilidades de dar nuevo uso a los residuos (fabricación de objetos artísticas e instrumentos musicales).

Las distintas aulas competirán por conseguir reducir el volumen de residuos generados